Agentes de la Policía Nacional en la capital oscense detuvieron ayer a dos menores de 15 y 16 años por ser los presuntos autores de una paliza propinada a un hombre que trató de mediar en la agresión que sufrió una joven de 14 años a mediados del mes pasado.

Según informó la Dirección General de la Policía, los hechos ocurrieron sobre las 22.30 horas del pasado 18 de mayo en el entorno de la calle Tarbes de la capital altoaragonesa. En ese lugar, una patrulla policial, alertada a través de una llamada al 091, encontró malherida a la víctima.

Los datos recabados por los investigadores en el curso de sus pesquisas determinaron que la víctima, un varón, había recibido una paliza tras afear a un menor que hubiera tirado al suelo a una compañera de su pandilla para darle patadas y golpes.

PATADAS EN LA CABEZA / Tras ello, y sin mediar palabra, esta persona recibió una paliza presuntamente del agresor de la chica y de un amigo de este.

Según señalaron las fuentes citadas, el agresor se dirigió al hombre que le había recriminado su conducta, lo arrojó al suelo y comenzó a golpearle, incluso patadas en la cabeza, acción a la que se sumó un amigo de este.

A causa de la agresión, la víctima sufrió lesiones de diversa consideración de las que tuvo que ser atendido en un centro sanitario de la capital oscense.

Las investigaciones llevadas a cabo por los agentes permitieron identificar y detener a los presuntos autores de la agresión, dos menores de 15 y 16 años de etnia gitana que fueron puestos ayer a disposición judicial por un presunto delito de lesiones.

OTRO HECHO VIOLENTO / No es el primer hecho violento de las mismas características que ocurre en Huesca estos últimos años. En el 2013, un grupo de jóvenes propinó una paliza al dueño del bar La Luna, situado en el casco histórico de la ciudad.

La gravedad de las lesiones sufridas por la víctima, que recibió una lluvia de golpes incluso cuando se hallaba en el suelo, hizo que esta quedara incapacitada para la vida laboral de forma permanente.

El caso fue juzgado el pasado mes de mayo en la Audiencia Provincial de Huesca, que a principios de este mes dictó una sentencia absolutoria para los cinco imputados por considerar que no había quedado demostrada su participación en la agresión al propietario del establecimiento de hostelería.

Las acusaciones, que pedían 11 años de cárcel y 600.000 euros de indemnización, manifestaron que el fallo judicial creaba un precedente de impunidad e inseguridad que afectaría a la capital oscense.