Una tentativa de homicidio con una catana y un joven abatido a tiros por la Policía Nacional después de ser encañonados Dos hechos ocurridos en dos fines de semana seguidos en el zaragozano barrio del Gancho y no son aislados, ya que se unen a otras detenciones por robos con violencia y tráfico de drogas. Para intentar atajar este problema, la Delegación del Gobierno de España en Aragón acordó este lunes incrementar la seguridad con dos patrullas policiales fijas en la zona.

Una decisión tomada por la responsable de esta institución, Pilar Alegría, tras reunirse con el jefe superior de la Policía en Aragón, Juan Carlos Hernández; el comisario provincial, Fernando Pascual y el subdelegado en Zaragoza, Beltrán Blázquez. En el encuentro analizaron qué medidas tomar, así como la disponibilidad de efectivos. Finalmente, acordaron movilizar dos patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana que estarán presentes las 24 horas en las calles del barrio. Hasta ahora había una, que fue la que actuó en el tiroteo ocurrido el pasado domingo. En él, T. N., subsahariano de 31 años, fue abatido y, actualmente, está detenido en el hospital Miguel Servet, donde evoluciona favorablemente del tiro en la pierna.

Cámaras de videovigilancia

Esta medida se toma mientras llega la solicitud del Ayuntamiento de Zaragoza de instalar cámaras de seguridad. Un proyecto piloto que anunció el consistorio, pero que, según fuentes de la Delegación del Gobierno, no se ha realizado ningún tipo de petición de manera oficial. Paso previo para que se reúna la Comisión de Garantías de la Vídeovigilancia (integrada por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y el Tribunal Superior de Justicia de Aragón) que será la que valore si no se coarta ningún derecho.

A este respecto, desde el PSOE exigieron ayer que se instalen cámaras en el Casco Histórico, mientras que el alcalde, Jorge Azcón, aseguró «que se están haciendo muchas cosas» si bien pasó la pelota al tejado de la Delegación.

«No nos acostumbramos a que este sea nuestro día a día»

«La semana pasada tocó catana y esta un tiroteo...». Con estas palabras denunciaban ayer desde la asociación Calles Dignas el hartazgo que sienten muchos vecinos de la calle Boggiero por la situación de inseguridad que se vive en esta zona de Zaragoza. «No nos acostumbramos a que esto sea nuestro día a día», decía esta entidad en un comunicado, en el que también pedían que, sea quien sea, refiriéndose a las diferentes administraciones, ponga ya coto a la delincuencia en el barrio de San Pablo.

Ayer por la tarde la situación distaba mucho de la que se dio el domingo. Poca gente se animaba a pasar por Boggiero, aunque en el cruce de esta vía con la calle Mariano Cerezo estaban sus moradores habituales. Uno de ellos, al ver la cámara de fotos, se apresuraba a señalar dónde estaban los agujeros de bala que dejó el tiroteo. «No me saques eh, por favor. No queremos problemas», decía este hombre, que aseguraba que lleva 24 años viviendo en la zona.

«Menos mal que yo no estaba, qué susto -continuaba diciendo el hombre-. Aquí suele haber bastantes peleas, pero balas nunca. Machetes era lo máximo, pero esto ha sido algo gordo». Al poco, un coche de la Policía Nacional recorría de punta a punta la calle. «Llevo un año viviendo aquí y da un poco de miedo», decía otro hombre mientras salía de un portal cercano al lugar de los hechos. «Los tiros se escuchaban muy cerca, menos mal que no bajamos en ese momento porque es justo el camino que hacemos para ir a comprar», decía agobiado. Hasta ahora, contaba, había escuchado peleas de madrugada, pero nunca «un tiroteo a plena luz del día». «Hace falta más Policía», pedía el hombre, que prefería no ser identificado.

Desde Calles Dignas insisten en que el problema está en los vecinos que okupan algunos bloques de la calle en los que «se trapichea» con drogas, por lo que piden que sean desalojados. «Todos sabemos que casas son», zanjaban.