El boletín epidemiológico de Salud Pública confirmó ayer dos casos de legionela en una localidad de Zaragoza, de la que Sanidad no precisó más información. La incidencia se ha comunicado a la sección de Sanidad Ambiental con el fin de tratar de localizar el foco origen de la bacteria.

Las personas afectadas no han tenido una exposición común a instalaciones de riesgo, según el boletín. De este modo, son 61 los casos de legionela registrados en Aragón en lo que va de año.

Por otro lado, Salud Pública informó de un brote de intoxicación por monóxido de carbono en Teruel, que afectó a tres personas a consecuencia de un incendio provocado por la explosión de un calentador eléctrico. Ninguno de los afectados requirió el ingreso hospitalario.

En cuanto a la enfermedad mano-pie-boca, una infección producida por enterovirus, el organismo hizo balance de la presencia de esta patología en la comunidad en los últimos años. Así, se precisa que desde el 2008 se han registrado 13.859 consultas en los centros de salud de Atención Primaria por la enfermedad, observando un incremento en los últimos años. El 55,5% fueron hombres y el 90,3% tenían menos de 5 años. Desde el 2012, se han detectado 20 brotes epidémicos, la mayoría asociados a guarderías.

La afección se presenta con mayor frecuencia en niños menores de 5 años, de forma leve y autolimitada, con síntomas que incluyen fiebre, lesiones dolorosas en la boca y una erupción con ampollas en manos, pies y nalgas.

Como complicación local puede aparecer la onicomdesis (caída de las uñas). Las complicaciones graves son infrecuentes y tiene un patrón estacional, con predominio en otoño, con frecuentes aparación de brotes.

Las medidas de prevención y control incluyen el lavado frecuente de manos, así como la limpieza y desinfección de superficies contaminadas del entorno de los casos. Los niños con síntomas deberían excluirse del centro escolar.