Dos jóvenes aragoneses, Ignacio Ágreda, de 32 años, y Ángel Alcusón, de 38, llevan semanas atrapados en Sudáfrica, donde se encontraban trabajando en la construcción de un parque eólico. El Gobierno decretó el cierre total del país (lockdown) y no hay forma de salir de allí.

"Estamos en Johannesburgo, en contacto permanente con la embajada de España, pero los vuelos van todos hasta arriba y no hay forma de encontrar plazas libres", explica Ignacio.

Cuando estalló la crisis sanitaria ambos estaban en una población llamada Somerset, en la región de East Cape, situada al sur del país. Todo iba bien en su trabajo cotidiano hasta que, al decretarse la paralización total de la actividad, hubo que evacuar aprisa y corriendo con el fin de dirigirse a Johannesburgo.

"El pasado 26 de marzo, los 47 españoles que estábamos en la obra nos subimos a las furgonetas para ir al aeropuerto de Johannesburgo", explica. Su intención era dormir cerca de la terminal aérea, dado que el plan era coger el día 29 un vuelo con destino a Madrid.

Pero ya era tarde. El cierre total de Sudáfrica se produjo en la medianoche del mismo 26 de marzo, lo que supuso la paralización del tráfico aéreo y la anulación de su vuelo.

"Ahora nuestra esperanza es que pase este periodo de cuarentena, pero nos tememos que lo prorroguen 60 días y, la verdad, no estamos en el mejor lugar para pasar tres meses", afirma Ignacio.

Se hallan en la actualidad en un complejo residencial que no está acondicionado para acoger a tantas personas como aguardan el momento de salir del país. De ahí que no paren de solicitar a las autoridades españolas que haga algo para conseguir traerlos a España.