Unas doscientas personalidades de la ciencia y la cultura españolas han firmado un manifiesto de apoyo a la fundición Averly de Zaragoza, la reclamación de una protección integral y su declaración como Bien de Interés Cultural.

Entre los firmantes se encuentran el filósofo Félix de Azúa, los arquitectos Carlos Ferrater y José María Ezquiaga, los científicos y premios Rey Jaime I de Investigación Mateo Valero y Enrique Cerdá, el poeta Joan Margarit, el historiador Guillermo Fatás o los catedráticos Carmen Morte, Josep Maria Montaner y Horacio Capel.

Según ha informado hoy la asociación de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa, en total son 58 catedráticos, 150 doctores, más de 20 miembros de la Real Academia de Ingenieros, premios nacionales y galardonados con los Jaime I.

En el escrito, solicitan la conservación integral de la fundición Averly, apoyan la declaración de su conjunto íntegro como Bien de Interés Cultural, solicitada por Apudepa, y se oponen "rotundamente a su amputación y demolición".

Los firmantes subrayan que "hay muy pocos conjuntos industriales urbanos tan extraordinariamente preservados como el de esta histórica fundición aragonesa".

Asimismo recuerdan que en marzo de 2011 el Consejo de Patrimonio Histórico del Estado aprobó el Plan Nacional del Patrimonio Industrial, coordinado por el Instituto de Patrimonio Cultural de España, con el objeto de corregir la precaria conservación de este tipo de bienes culturales en españa.

Unos bienes amenazados por la "escasa sensibilización hacia este patrimonio, tanto por parte de las administraciones como de la sociedad", y por los intereses derivados de su ubicación en "espacios urbanos de situación privilegiada", afirman.

También señalan que, ante el gran número de elementos a conservar, el Plan Nacional incorporó un catálogo mínimo en el que quedaron incluidos los bienes más significativos de la historia de la industrialización española, según una selección realizada por The International Commitee for the Conservation of the Industrial Heritage.

Uno de estos elementos fundamentales seleccionados fue la fundición Averly, en Zaragoza, un complejo industrial excepcional conservado en un grado sorprendentemente elevado de autenticidad y de integridad gracias al cuidado de la familia Averly-Bea-Hauke".

Para Apudepa, el apoyo recibido por parte de algunos de los más importantes científicos e intelectuales de España supone un "testimonio de enorme importancia, fundamentalmente por cuanto demuestra el alcance nacional e internacional del altísimo valor de la fundición Averly para el patrimonio de la industria, de la ciencia, de la técnica y de la cultura universal".

Apudepa espera que este reconocimiento por parte de tan destacadas personalidades "abra" de una vez los ojos a las instituciones aragonesas y decidan finalmente negociar el futuro de este "elemento capital" del patrimonio aragonés.

"Su destrucción sería una pérdida comparable a las más tristes de la historia de nuestra ciudad y de nuestro país", lamenta.

También apoyan la solicitud de Apudepa, simbólicamente "por cuanto su posición era ya evidente", otras personalidades de los movimientos sociales de la ciudad y de la defensa del patrimonio del país.