El grupo Dr. Schär sigue creciendo con paso firme en Alagón. Cuando la firma italiana compró la fábrica zaragozana en el 2011, la planta de alimentos sin gluten empleaba a 45 personas y facturaba seis millones de euros. Hoy, su cifra de negocio ronda los 50 millones y la plantilla indefinida alcanza los 115 trabajadores, un crecimiento meteórico que va a continuar a corto plazo. De hecho, la empresa prevé llegar a los 150 empleados fijos de aquí al 2020.

Eso sucederá cuando la nueva línea de producción puesta en marcha el pasado mes de septiembre trabaje a pleno rendimiento. «Ahora funciona a un turno y esperamos alcanzar los tres en el 2020», destaca el gerente de Dr. Schär en España, Pablo Bazco, que apunta que dependiendo de las puntas de producción la plantilla total sumando los empleados temporales alcanza las 140 personas.

De lo que no hay duda es de que la planta de Alagón es un activo muy importante para el grupo italiano. Desde que compró la fábrica en el 2011 -entonces bajo el nombre de Natural Aliment Factory-, Dr. Schär ha invertido más de 30 millones de euros en la planta. Doce de ellos los destinó para instalar la citada segunda línea, que va a triplicar la capacidad de producción de la factoría.

Para incorporar esta línea ha sido necesario levantar una nueva nave de 2.600 metros cuadrados y adquirir otra anexa de 3.000. Actualmente, el grupo cuenta en Alagón con 10.000 metros cuadrados, frente a los 4.000 que tenía en el 2016.

NUEVOS PRODUCTOS

Esta segunda línea elabora baguetes, minibaguetes y panecillos dulces (hasta ahora la fábrica de Alagón solo producía pan de molde y bollería). «Este año prevemos incorporar dos nuevos productos», señala Bazco, que destaca que la nueva línea será capaz de elaborar 15.000 panecillos a la hora y 5.000 baguetes.

El crecimiento de la planta de Alagón no hubiera sido posible sin su apuesta por el mercado exterior (Alemania, Italia, Francia y EEUU son sus principales mercados). De hecho, la fábrica exporta el 75% de su producción y espera alcanzar el 90% a medio plazo.

Todo ello le ha permitido cerrar el 2018 con una facturación próxima a los 50 millones, frente a los 41 millones del 2017 y los 35 del 2016. «El mercado de los alimentos sin gluten sigue creciendo», destaca Bazco.

No en vano, el directivo no descarta que la factoría incorpore una tercera línea de producción en un futuro, lo que crearía más empleo. «A final de este año se tomará la decisión, aunque no será fácil porque competimos con otras plantas del grupo en Europa», indica Bazco.

En este sentido, recuerda que con el proyecto de la segunda línea había plantas en otros países que hubieran contado con una subvención de tres millones de euros. «Si el Estado y la comunidad no cambian su política de ayudas será complicado competir con otras plantas», reconoce Bazco.