Un gran dragón rojo y blanco se paseó ayer por el centro de Zaragoza para celebrar por todo lo alto el Año Nuevo Chino. Aunque para los habitantes del gigante asiático el 2019 no comienza hasta el 5 de febrero, cientos de compatriotas residentes en la capital aragonesa adelantaron la festividad más importante de la comunidad china con un pasacalles que reunió también a decenas de zaragozanos.

La comparsa partió a las 17.00 horas de la plaza Sas y recorrió la calle Alfonso para terminar en la plaza del Pilar, donde se realizó una demostración de taichí y un concierto de cítara. La capital aragonesa acogía así por primera vez el Año Nuevo Chino -más conocido como la Fiesta de la Primavera- con el claro objetivo de «fomentar la integración intercultural», tal y como destacó el director del Instituto Confucio en Aragón, Rafael de Miguel. «Queríamos que la comunidad china de la ciudad pudiera celebrar su fiesta más importante y que los zaragozanos conocieran un poco más esta cultura y esta festividad», apuntó De Miguel. La citada institución fue la encargada de organizar el acto en colaboración con la Asociación Chinos de Ultramar en Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza.

«Estoy muy ilusionado y orgulloso de poder celebrar esta fiesta en mi ciudad; creo que es muy bueno que la gente conozca más nuestra cultura porque aún hay algunos que piensan que los chinos vivimos casi en la Edad Media», señaló Macheng, de 16 años. Aunque él ya ha nacido en España sabe muy bien lo importante que es la Fiesta de la Primavera para sus compatriotas. «He ido muchos años a China a celebrarlo con nuestra familia; de hecho mi padre se va la próxima semana allí», apuntó.

Los chinos dedican dos semanas a los festejos, durante los cuales viajan a visitar familiares, comparten comidas, regalan sobres rojos llenos de dinero y lanzan fuegos artificiales para alejar la mala suerte y atraer prosperidad.

INTEGRACIÓN INTERCULTURAL

Los petardos también resonaron ayer durante el pasacalles de Zaragoza, que reunió a muchas familias con niños pequeños que miraban boquiabiertos el espectáculo. «Hemos venido sobre todo por el peque, pero todo lo que sea conocer otras tradiciones y culturas bienvenido sea», indicó Miguel Martín, que acudió con su mujer y su hijo de cuatro años a pesar del frío y el viento.

«El acto que hemos preparado es muy parecido a lo que se hace en China», comentó Yu, secretaria de la Asociación Chinos de Ultramar en Aragón, que aglutina a buena parte de los chinos de la comunidad.

Según indicó De Miguel, en Zaragoza hay actualmente unos 5.700 chinos empadronados, mientras que en Aragón hay unos 7.000. «El crecimiento ha sido fuerte en los últimos años porque en el 2008 había unos mil chinos en Zaragoza», apuntó De Miguel.

El Año Nuevo Chino se festeja durante la segunda luna nueva tras el solsticio de invierno, que usualmente cae entre el 21 de enero y el 20 de febrero.