Un estudio elaborado por investigadores del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) señala que no existen «pruebas suficientes» en la actualidad que garanticen que el uso de dispositivos fonatorios electrónicos evita la tartamudez o disfemia.

Los científicos advierten que los informes que defienden la eficacia de estos aparatos se sustentan en estudios «con una calidad metodológica media o baja», dado que en su mayoría están elaborados a partir de pequeños grupos de personas con un grado de tartamudez leve o muy leve. Además, estos dispositivos han sido evaluados en condiciones muy controladas, en un ambiente de laboratorio y no en la vida real que, según los autores del informe, es «donde realmente más se sufren los problemas del habla», informaron ayer fuentes del Departamento de Sanidad.

Desde el IACS se señala que, a las carencias detectadas en los informes que avalan la utilización de estos sistemas, se suma el hecho de que el periodo de seguimiento de los voluntarios ha sido, por lo general, «muy corto».

LA LOGOTERAPIA / A la espera de que aparezcan nuevos prototipos, los técnicos del IACS que han participado en la elaboración de este estudio, en el que se ha valorado el uso de este tipo de elementos tecnológicos para reducir los problemas del habla que se asocian a la tartamudez, sostienen que la mejor fórmula para mejorar la fluidez en el habla es la logoterapia combinada con elementos de psicoterapia.

La disfemia o tartamudez es una alteración en la comunicación que plantea a la persona que la padece dificultades para hablar con fluidez, especialmente en sus relaciones sociales. Entre otros fenómenos asociados, la persona afectada puede experimentar repeticiones de sonidos y sílabas, palabras fragmentadas por pausas o bloqueos en el habla. Se estima que hasta el 1% de la población puede presentar tartamudez, especialmente en los hombres. Los especialistas consideran que esta afección debe de ser vigilada desde la infancia, pues el 90% de los casos diagnosticados se producen antes de los diez 10 años.

El Informe de Evaluación de Tecnologías Sanitarias ha sido desarrollado por técnicos del IACS dentro del marco de la Red Española de Agencias de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Prestaciones del Sistema Nacional de Salud, dependiente del Ministerio de Sanidad.