Los departamentos didácticos firmantes** del instituto Francisco Grande Covián de Zaragoza han analizado la situación actual relativa a las condiciones de trabajo en el centro en tiempos de pandemia y han llegado a las siguientes conclusiones

1. Estamos completamente de acuerdo con la presencialidad total de los alumnos del centro. Es fundamental para esta etapa de la formación educativa permitir el contacto diario y el control del profesorado para poder avanzar adecuadamente y completar la programación de cada curso, sin que se vea afectada su evolución en cursos posteriores.

2. Partiendo de la consideración inicial, contemplamos con estupor cómo la incorporación total de los alumnos, en el peor momento de la pandemia, supone un incremento preocupante por el elevado número de alumnos desplazado por el centro. El trasiego de alumnos entre aulas es constante (no existe ni ha existido nunca el concepto de grupo burbuja) y, además, las aulas no permiten mantener la distancia de seguridad imprescindible en la mayoría de los casos.

3.Tenemos un problema de espacios, del que la Administración es conocedora desde hace tiempo, que con una vuelta a la presencialidad de todos los cursos se vería agravado y podría poner en riesgo la estrategia de prevención llevada a cabo hasta ahora.

4.El análisis que han hecho las compañeras responsables del plan de contingencia midiendo el CO2 en las distintas estancias del centro ha revelado que los índices se disparan alcanzando cifras inquietantes en algunas aulas y zonas de trabajo, aun cuando se abran ventanas y puertas. Además, no se ha proporcionado material de prevención suficiente ni adecuado por lo que cada profesor debe hacer un desembolso importante cada día.

5.Observamos que las decisiones tomadas no reducen ratios ni amplían espacios. No ha habido planificación ni voluntad de poner medios sobre la mesa.

6.Tenemos grupos de 27 y 30 alumnos que distan mucho de la cifra de 22 que se garantizaba desde las autoridades educativas . Evidentemente en estas clases, el metro y medio de seguridad es inviable, pero esto no parece preocupar a las autoridades educativas.

7.Los profesores atendemos cada día a más de 100 alumnos cada uno con ventanas y puertas abiertas, vinculando distintos grupos en nuestro quehacer diario; así, indudablemente arriesgamos cada día nuestra salud (y de nuestras familias) y la de nuestro alumnado (y la de sus familias). Sería deseable que todo este riesgo encontrara algún apoyo en las autoridades encargadas de gestionar el sistema educativo, pero no sentimos este soporte, solo mantras como «las aulas son seguras» o «no se han producido contagios en los centros»; afirmaciones estas de difícil comprobación.

En definitiva, no vemos que haya una planificación acompañada de una memoria económica que garantice medidas reales, solo afirmaciones tranquilizadoras y en ocasiones premeditadamente confusas que la opinión pública puede creer o no, pero que no responden a la realidad que estamos viviendo en nuestros centros educativos.

La corresponsabilidad por parte de los pilares de la educación (padres, alumnos, profesores y gestores) exige transparencia, veracidad e información contrastada.

**Firmado: Departamento de Lengua castellana y Literatura, Departamento de Geografía e Historia, Departamento de Física y Química, Departamento de Biología, Departamento de Matemáticas, Departamento de Educación Física, Departamento de Orientación, Departamento Tecnología, Departamento de Inglés, Departamento de Francés, Departamento de Plástica, Departamento de Economía, Departamento de Filosofía y Departamento de Música.