La actual calle Capitán Esponera, que une el paseo María Agustín con Madre Sacramento, es una vía eminentemente de paso. Ni siquiera hay en ella un bar en el que se reúnan los vecinos. Lo más parecido es una pizzería, pero se entra por el paseo. Así que es un supermercado el espacio en el que las gentes de la zona, además de hacer las compras, aprovechan para contarse sus cosas. Un garaje, justo en la mitad, alimenta el trajín de coches. Talleres de distinta índole, algún comercio y una clínica dan carácter a la vía.

Hasta hace poco más de año y medio, la calle vivía con cierta agitación el trasiego de individuos --no siempre viajeros de bien-- que movía la antigua estación de autobuses de la Puerta del Carmen: "Había gente que pedía dinero, robos en el supermercado, tirones de bolsos, vamos jaleos a punta pala", explica Antonio Solanas, conserje del portal número 7. Ahora, por el contrario, "ha cambiado bastante y desde que no está la estación es más tranquila".

Quizá por eso, porque la calle se ha convertido en un espacio relativamente apacible, el destino --o la ley de la Memoria Histórica-- le ha hecho un guiño y de llevar el nombre de un capitán pasará a tener el de una cantante lírica, Elvira de Hidalgo, la maestra de María Callas.

Mas esta transición a una nomenclatura pacífica parece resultar indiferente a los vecinos; e incluso los hay que desconocían el paso que se va a dar: "¿Es que también van a cambiarle el nombre a esta calle?", se sorprende Montse Laguna, quien asegura que, en el fondo, "me da igual; al principio será un poco lioso, pero enseguida te acostumbras. Además, no sé quién era ese capitán ni quién es esa cantante que dice".

Juan Figueroa redunda en esta idea, pero desde otra mirada: "La gente se ha acostumbrado al nombre y no presta atención a si ese militar era del régimen o no", lo cual, en su caso, no quiere decir que le de igual el cambio, sino "que ha llegado demasiado tarde, pues hace muchos años que acabó la dictadura". Figueroa lleva 40 años trabajando en la empresa de ascensores y montacargas Lahulla SL y es consciente de que la modificación del nombre "nos va a hacer polvo con los cambios de domiciliación, membretes, facturas...", aunque confía en que "habrá un tiempo para adaptarse".

Ninguno de los residentes consultados sabe quién es Elvira de Hidalgo, sin embargo, una de esas personas de paso, tan habituales en la calle, alumbra el milagro: "Fue la maestra de la Callas. Era aragonesa y ya es hora que se recupere para nuestra tierra su figura pues los catalanes se la apuntan como suya porque hablaba catalán de Valderrobres y estudió desde niña en Barcelona", explica el viandante Manuel Hurtado. Para qué quiere esta calle más guerrero, por muy capitán que sea, cuando sus usuarios son tan reivindicativos.

Calle Elvira de Hidalgo

Elvira de Hidalgo (Valderrobres, Teruel, 1891--Milán, Italia, 1980) se llamaba en realidad Elvira Juana Rodríguez Roglán y fue una de las mejores ´soprani d´agilitá´ de su época, con papeles como la Rosina de ´El Barbero de Sevilla´, con el que debutó en 1908. Tras su retirada se dedicó a la enseñanza, siendo su alumna más célebre María Callas.

Hoy se llama: Capitán Esponera

Joaquín Esponera y Valero de Bernabé nació en Zaragoza en el año 1901. Capitán de Infantería, fue uno de los militares que ayudaron en los preparativos del alzamiento contra el gobierno republicano en la capital aragonesa, pasando después al campo de batalla, donde encontró la muerte en La Zaida el 4 de agosto de 1936.