El coro Cantatutti ha sido este miércoles la entidad galardonada por la asociación Ebrópolis, en la decimoctava edición de los premios a las buenas prácticas ciudadanas que entrega esta asociación para el desarrollo estratégico de Zaragoza y su entorno. Esta iniciativa inclusiva y musical fue reconocida por el jurado por valores como la igualdad, la empatía, la integración, el aprendizaje o la cultura, rasgos que constituyen «un modelo a seguir por todos para caminar hacia una sociedad más justa e igualitaria».

El Patio de la Infanta de la capital aragonesa ha sido el lugar en el que se ha desarrollado una ceremonia de entrega a la que han acudido cientos de personas y personalidades como la vicealcaldesa, Sará Fernández, la edila Pilar Alegría o la concejala Presidencia y Hacienda, María Navarro, que ha presidido la cita. Pero en esta gala, además de a Cantatutti, también se ha reconocido el trabajo de la obra social del Carmen, que ha recibido el premio a la Trayectoria, y a la fundación Canem por su labor con perros de alerta médica, que se ha llevado la mención especial de esta edición.

El periodista de Radio Zaragoza Toño Ruesta se ha encargado de dirigir la gala de entrega de estos premios, a los que optaban un total de 102 candidaturas. Precisamente, los representantes de cada una de estas iniciativas han desfilado por el escenario para recibir un diploma conmemorativo. Pero antes también hubo espacio para recordar al colectivo laureado en la anterior entrega del 2018, la Asociación de Protección a la Infancia Contra el Abuso (PICA).

Su presidente, Lorenzo Pérez, ha destacado la visibilidad que les otorgó el galardón y, sobre todo, la posibilidad que les brindó de conocer otras entidades de la ciudad. «No gana uno el premio, lo ganan todos», ha subrayado.

Le ha seguido la obra social del Carmen, que fue distinguida con el Premio a la Trayectoria José Antonio Labordeta, después de que la Unión Vecinal Cesaraugusto presentara su candidatura. Ebrópolis se decidió por ella gracias al trabajo desde 1978 con las personas más desfavorecidas, especialmente aquellas sin hogar. El padre Ramón Moneu ha afirmado sobre este reconocimiento que resultó «una sorpresa» como, precisamente, lo fue la propia candidatura, que no conocían.

«QUE CANTEN»

La fundación Canem y su trabajo en la selección, educación y adiestramiento de perros Jack Russell de alerta médica para personas con diabetes y con epilepsia ha subido al escenario para recibir la mención especial de estos premios. Además de sus representantes humanos, también ha acudido a las tablas uno de los canes, que ha aguantado estoicamente el envite a pesar de los aplausos y los flashes.

Ha sido a continuación cuando ha llegado el momento cumbre con la entrega del premio a las buenas prácticas ciudadanas. Un largo aplauso ha acompañado a la aproximada docena de miembros del coro Cantatutti que han acudido a recoger la estatuilla. También se llevarán 6.000 euros para mejorar sus equipamientos. «¡Que canten, que canten!», ha pedido el público.

No pudo ser ya que, como ha explicado el portavoz de este grupo nacido en la Universidad de Zaragoza, eran muy pocos para hacerlo, aunque se han ofrecido a hacerlo en los próximos premios. En su discurso, ha recordado a todos los que han pasado por este coro -más de 200 y de 27 nacionalidades, el 40% de ellas con alguna diversidad funcional- y ha destacado que el premio es «para todos». Para finalizar, ha animado a todas las entidades a colaborar para crear «un futuro mejor».