Hace ya dos años que se desató la polémica por la restauración que hizo Cecilia Giménez, por aquel entonces una octogenaria anónima, del eccehomo en el santuario de la Misericordia de la localidad de Borja. Pese a que se dañó un mural con valor pictórico --tampoco se podría hablar de un valor incalculable-- lo cómico de la situación y el amable carácter de Cecilia le valieron el cariño de la opinión pública, y lo que empezó como un error se convirtió en todo un fenómeno mediático.

La noticia corrió como la pólvora y su expansión no se limitó a las fronteras de Aragón, ni siquiera a las españolas, sino que su explosión contagió a todo el mundo, ganando una enorme notoriedad. Sin ir más lejos el pasado día 15 de diciembre el New York Times, publicó un reportaje sobre el ya célebre mural de Borja.

Para aprovechar este tirón, ayer se firmó en Zaragoza un convenio de cooperación entre la fundación Sancti Spiritus de Borja, Bodegas aragonesas y la misma Cecilia. Mediante este acuerdo se procederá a la elaboración de dos vinos con la imagen y el nombre del eccehomo restaurado, que se unirán al ya comercializado. De esta manera se pondrán a la venta 25.000 botellas de vino joven y la misma cantidad de crianza, ambos caldos hechos con garnacha, la uva más característica de la Comarca Campo de Borja.

BENEFICIOS

Pero lo particular de estos vinos es su carácter benéfico. De lo recaudado con la venta se destinarán 10.000 euros a un centro ocupacional de la localidad de Agón y otros 10.000 más a otro de la fundación Altadis que ayudará a crear cuatro puestos de trabajo. Además a partir de 2015 se donarán 6.000 euros al mes, durante diez años, que ayudarán a la financiación de una residencia de ancianos gestionada por la fundación Sancti Spiritus en Borja.

Como destacó el consejero de Industria, Arturo Aliaga, la de Cecilia "es una historia de buena fe". Y así es como la ha valorado el mundo, su buena voluntad no solo ha quitado importancia a su error, sino que además ha tenido consecuencias positivas. Desde la atracción de turismo a Borja, que tanto bien ha hecho a su economía, hasta la presente línea de vinos, que gracias a las buenas intenciones de la restauradora borjana, va a mejorar la calidad de vida de cerca de 70 ancianos de la localidad.