La Asociación Naturalista de Aragón (Ansar) ha llevado a la Fiscalía de la Audiencia de Zaragoza los altos índices sobre mortandad de aves en los parques eólicos aragoneses para que investigue si existen responsabilidades administrativas y penales. La denuncia, basada en "la permanente sangría de nuestra biodiversidad", fue presentada en octubre pasado y ha sido ratificada hace escasos días por el presidente de Ansar, Mariano Mérida.

En el escrito, la asociación ecologista hace hincapié en que "los estudios previos sobre el impacto ambiental de estos parques son muy deficientes, al igual que las medidas de seguimiento posteriores", asegura José Antonio Domínguez, miembro de Ansar. "No nos consta que el Gobierno aragonés haya tomado algún tipo de medida o abierto algún expediente. Ni siquiera existe una información centralizada sobre los distintos parques en funcionamiento", añade.

ESPECIES PROTEGIDAS Además, todas las aves y especies de murciélagos afectados por las colisiones "son especies protegidas de gran valor". Desde alondras a vencejos, pasando por calandrias, cernícalos primilla, águilas reales, buitres leonados e incluso algún ejemplar de buitre negro.

Responsables de Ansar han estudiado un total de 26 informes realizados por distintas consultoras en quince parques de la comunidad. "Una de las condiciones ambientales impuestas por la DGA a las empresas eólicas es el seguimiento de los molinos durante los tres primeros años de su puesta en marcha. Pero, lamentablemente, muchos de estos informes no constan ni en la dirección general ni en la provincial de Medio Ambiente", asegura Domínguez.

"El objetivo de recabar esta información era conocer qué parque o qué molinos son los más peligrosos, así como las fechas en las que se producen más fallecimientos", dice este naturalista. Y los datos que han obtenido de esos 26 informes --que recogen el número de cadáveres hallados en cada visita-- revelan que 323 aves y 102 murciélagos fueron encontrados muertos a lo largo de tres años, lo que da una previsión total de 2.759 aves y 2.495 murciélagos muertos.

"Las bajas registradas son sólo una parte de las reales, pues los cadáveres quedan ocultos entre la vegetación o desaparecen a manos de los depredadores. No obstante, las ratios de mortalidad llegan hasta los 14,68 ejemplares por molino al año", puede leerse en el último número de la revista estepas.com .

La Asociación de Promotores de Parques Eólicos salió ayer al paso de estas informaciones, ya que, aseguró, las empresas se limitan a cumplir con la legalidad que Medio Ambiente e Industria del Gobierno aragonés les exige.

Asimismo, desde la DGA se aseguró que los alrededor de 50 parques existentes en Aragón han aprobado toda una serie de estudios de impactos ambientales, tanto de cada plan estratégico como de cada parque por separado.