El índice de competitividad de la economía española avanzó en el 2018 manteniéndose por encima de la media española. El Consejo Empresarial de CEOE Aragón dio a conocer ayer el nuevo dato del indicador, elaborado semestralmente por un grupo de trabajo constituido por 24 representantes de las empresas que forman dicho consejo.

En concreto, el índice avanzó en el 2018 hasta 95,7, frente al 94,1 del 2017, y se mantiene por encima del obtenido para España, 91,3 (90,3 en 2017), y por debajo de 100, base de referencia del promedio de los 28 países que conforman la Unión Europea.

A pesar de que no se han producido grandes modificaciones frente a lo presentado en junio del 2018, al tratarse de datos anuales y que reflejan variables con un elevado componente estructural, se aprecia una mejora algo más acentuada del indicador para la economía aragonesa gracias, sobre todo, al incremento del tráfico aéreo de mercancías y, en menor medida, a la positiva evolución de las variables relativas al uso de las nuevas tecnologías digitales.

En cualquier caso, «la principal ventaja competitiva se sigue encontrando en los moderados costes laborales y precios, y la mejora de algunas variables, aunque apunta en la buena dirección, es todavía demasiado limitada para poder afirmar que estemos asistiendo a un cambio relevante del modelo productivo», subraya la patronal en un comunicado.

En el bloque de competitividad en infraestructuras la convergencia de Aragón con la zona euro crece a un ritmo muy superior al del conjunto de España gracias, sobre todo, a la positiva evolución del transporte de mercancías en avión por habitante y al porcentaje de población con acceso a la banda ancha.