La polémica entre el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) y los vecinos y comerciantes de la calle Don Jaime I no se olvida, continúa latente y más cuando desde los establecimientos consideran que el perjuicio que se les está causando ya no es un pronóstico. Es real y se ve en sus cuentas, ya que ayer aseguraron que sus ventas «han caído un 30% con respecto a las del año pasado», según explicó el secretario general de la Federación de Empresarios y Comercios de Zaragoza (Ecos), Vicente Gracia, que asistió a la reunión convocada por el consistorio alertando de que, con peatonalización o sin ella, el riesgo es muy alto de crear un «manteródromo» en el centro de Zaragoza, atraer hasta Don Jaime I los mismos manteros que ya copan las aceras de Alfonso I o del paseo Independencia.

Su visión sobre este diálogo retomado es más «una tomadura de pelo» hacia vecinos y comerciantes, porque Gracia destacó que el responsable de Urbanismo, Pablo Muñoz, «ni siquiera ha respondido a nuestro escrito remitido antes del inicio de las obras» en Don Jaime I. Y la situación en la zona es tan preocupante que le urgieron a «terminar ya la parte que tienen abierta y retrasar el tramo desde la calle Ossau hasta el Coso al mes de febrero». «Entendemos que esto se puede prolongar y afectar a las pérdidas que ya están teniendo nuestros asociados», añadió. En solo 15 días, las ventas ya son de un tercio menos que en el 2017.

Por eso Gracia comentó que urge cerrar el tramo levantado en estos momentos, entre la calle Mayor y la de Ossau, rematarlo rápidamente, y que empiecen a circular los autobuses. «Así probaremos cómo queda la obra y si puede sostener como dicen el paso de estos vehículos, porque como dicen que no la van a peatonalizar, se podría hacer una prueba de carga de esta obra». Y constatar la mayor amenaza que, en estos momentos, creen que sobrevuela sobre Don Jaime I, que es reproducir un mal que, dijo, ahora sufre la calle Alfonso I: la «proliferación de manteros», señaló Gracia. «Todos los sábados y domingos está llena de ellos, es venta ilegal y el ayuntamiento no está haciendo nada al respecto», añadió.

RECHAZO VECINAL

Para la asociación de vecinos Reyes de Aragón, la reunión de ayer en el ayuntamiento era «una tomadura de pelo». «Es de agradecer que ZeC nos convoque a una reunión cuando la obra ya está casi terminada», ironizaba Alejandro Aznar, presidente de la asociación de vecinos Reyes de Aragón, quien recordó que esta es una actuación «sin proyecto definido» y acometida a golpe de «ocurrencias» sin consultar antes. Ellos exigían «respeto» y pese a que los tribunales no hayan accedido a su petición de paralizar cautelarmente los trabajos, se reservan el derecho de emprender nuevas acciones de protesta. «Hemos dejado de recoger firmas, pero estudiaremos otras estrategias», aseguró. Ya sumaban 2.000 apoyos a su causa.

«No estamos en el no por el no, sino en el sí pero así no», comentó Aznar, quien resaltó que es complicado confiar en las palabras del Gobierno de que no peatonalizará Don Jaime I «cuando los papeles -los informes de Movilidad- dicen lo contrario».

A esos mismos documentos se refirió el concejal Pedro Navarro, del PP, muy crítico ayer durante una reunión que tildó de «pantomima» por tratar de unas obras «que ya están terminadas». «Lo único que tiene que explicar Muñoz es por qué ha mentido y por qué sus informes sí hablan de eliminación de líneas de autobús y de peatonalización», señaló, citando como ejemplo lo que se pretende con el entorno de la plaza Ariño. Alberto Casañal, de Ciudadanos, también recriminó a ZeC que «intente desviar la atención hacia más calles» porque este no era «el foro adecuado» ni los interlocutores válidos para no repetir errores como actuar «de forma sorpresiva».