La polémica por el posible cierre de los comercios el próximo 7 de enero -coincidiendo con el inicio de rebajas- sigue generando polémica, a la espera de que el Gobierno de Zaragoza decida mañana si al final acepta la solicitud de los sindicatos, que piden que prime más la conciliación familiar y laboral de los trabajadores del sector. Mientras las grandes superficies rechazan esta posibilidad, desde ECOS (Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza y Provincia) trasladaron ayer el consistorio su aprobación.

Según explicó el secretario general de ECOS, Vicente Gracía, la apertura en festivo del 7 de enero se trasladaría al 17 de marzo, un día que desde la federación de empresarios ya habían propuesto como posible fecha para abrir las tiendas. Así que ven con buenos ojos la petición de los representantes sindicales y no podrán reparos.

Para Zaragoza en Común (ZeC), la opinión de ECOS se presentaba como clave a la hora de tomar una decisión ya que, entre sus objetivos principales, se encuentra el fomento y beneficio del comercio de proximidad, dañado por la llegada de las grandes superficies a la capital aragonesa.

COSTUMBRES

Hoy en día ya no existe una fecha de inicio de rebajas oficial, como sucedía antes de que el Gobierno de Mariano Rajoy las liberalizara, por lo que, aunque el 7 de enero sigue señalado en el calendario, no es necesario esperar hasta después de reyes para colgar los carteles de rebajas. Además, añadió que los pequeños comercios no suelen abrir en días festivos porque no les sale rentable. Todo lo contrario que a las grandes superficies, que concentran el grueso de sus ventas.

Por eso rechazan la propuestas conjunta de los sindicatos UGT, CCOO y OSTA, que piden cambiarlo por el 17 de marzo y el el 14 de abril. El Gobierno de la ciudad tiene que trasladar antes del viernes su decisión a la DGA está previsto que mañana la aprueben en la sesión del Gobierno municipal.

Desde Intu Puerto Venecia mostraron su «rotundo rechazo» por los «graves perjuicios» que supondría perder «un 7% en el volumen de facturación de las empresas», además de visitantes y «una fuga importante de compras al comercio electrónico». Añaden que afecta a la planificación y a los trabajadores, por las comisiones, y a los consumidores, para los que estas fechas son una «tradición».

Ya anunció que iba a presentar alegaciones, como también lo hará la CEOE, que recordó que la medida «no implica la supresión de los días de apertura en festivo, sino su sustitución por otros» alternativos que ve «anodinos».