La búsqueda de un modelo único para que los concejales del Ayuntamiento de Zaragoza declaren sus bienes derivó ayer en una enmarañada discusión entre los grupos municipales en el pleno, tras una petición del PP que suponía una vuelta de tuerca a las negociaciones ya emprendidas en la junta de portavoces: la petición de declarar las propiedades "con su valor real", es decir, con su valor de mercado y no con el catastral, como se suele realizar en todas las Administraciones.

La propuesta con la que se desmarcó el PP causó estupor entre el resto de las formaciones, que, no obstante, acordaron finalmente aprobar que las declaraciones incluyan el precio de la escritura. No explicó el PP el motivo de su petición que aseguró realizar en aras de "más transparencia" y que el alcalde Juan Alberto Belloch, en nombre de su grupo aceptó de inmediato.

Tal y como explicó la teniente de alcalde de Régimen Interior y Participación Ciudadana, Lola Ranera, el modelo propuesto era una mezcla entre el utilizado en el Congreso de los Diputados y en el Ayuntamiento de Sevilla. En la última junta de portavoces, celebrada el jueves, el PP no detalló su voto. Pero tampoco lanzó la propuesta que sí detalló en el pleno a instancias fundamentalmente del portavoz de Chunta Aragonesista, Juan Martín, que pidió a los populares su posición.

"Nuestra propuesta es seguir debatiendo para contar cuál es el valor real de los inmuebles", aseguró el portavoz adjunto de los populares Pedro Navarro, que no explicó por qué no había realizado esa misma petición en la reunión con el resto de los portavoces. "Muestra usted un escaso respeto hacia el resto de los concejales. Esto lo podía haber dicho antes", indicó Martín, en una discusión que se convirtió en una carrera por la transparencia. Un "estriptís", aseguró la concejala Lola Campos.

CATASTRO El enésimo espectáculo bochornoso en aras de una transparencia que deja tras de sí más dudas que clarividencia. ¿Por qué acudir al precio de una escritura que podría estar muy por debajo de su valor real en el mercado? ¿Por qué desechar la opción de acudir a un criterio objetivo como puede ser el valor que atribuye el catastro, más aún cuando en Zaragoza acaban de actualizarse estos hace apenas dos años? Al menos acudir a un documento como es la escritura despejaba la incógnita de si lo que pretendían los conservadores era acudir a una tasación de los bienes de los concejales, un trabajo que, se supone, debía realizarse a través de un criterio unitario. E incluso se llegó a sospechar que quizá haría falta acudir a una empresa externa, pagada con fondos públicos --de todos los zaragozanos--, para que hiciera esta labor.

Así que el alcalde dejó para el final la resolución dejando avanzar el pleno con reuniones de los portavoces entre punto y punto del orden del día. Al final, se resolvió con la lectura, por parte de Belloch, del acuerdo unánime de los portavoces de "tener en cuenta el valor de la adquisición en escritura". Ahora les toca a los 31 ediles darlos a conocer.