NACIO EN ZARAGOZA, EN 1946.

CARGO PTE. DEL COMITE DEL CENTRO DE SOLIDARIDAD DE ZARAGOZA.

Profesor mercantil y director de una sucursal de la CAI, Eduardo Robledo tomó posesión esta semana como nuevo presidente del Centro de Solidaridad de Zaragoza (CSZ), entidad que, anualmente, tiende una mano a 800 personas que intentan salir de la droga a través de media docena de programas. El CSZ ha reforzado en los últimos tiempos las acciones dirigidas a la desintoxicación de los más jóvenes, debido al mayor consumo de las llamadas drogas de diseño y a la presencia de politoxicomanías.

--¿Cuáles son los retos del centro para los próximos años?

--Hay muchos, pero todos ellos pasan por el hecho de equilibrar ingresos y gastos. Tenemos seis programas en marcha y todos ellos son complementarios, ninguno puede seguir sin el otro.

--Pero tienen ayuda de las instituciones...

--Sí, pero no toda la que necesitamos para financiar nuestra actividad. Desgraciadamente, arrastramos un déficit de unos doce millones de pesetas y la cifra sube cada año.

--¿Cuál es la situación del consumo de drogas en Aragón?

--El consumo sigue en aumento. Aunque la atención hacia este problema se mueva por oleadas, la droga siempre está ahí.

--Cada vez atienden a toxicómanos más jóvenes.

--Hace años que detectamos este problema. El otro día visitamos a dos crías de 15 años con problemones fuertes de adicción . Son casos que nos llegan todos los días. Y, para mí, la división entre drogas duras y blandas es casi inexistente. Una cosa lleva a la otra.

--Estos días se ha hablado de un aumento de la venta de estupefacientes en el Casco Viejo de Zaragoza. ¿Lo han notado ustedes?

--Desde siempre. Falta más esfuerzos para evitar venta de estupefacientes. No es normal que a 20 metros de la Audiencia veamos a gente vendiendo drogas. Lo que pasa es que nos hemos acostumbrado. Seguimos pensando que la droga no nos va a tocar, que es un problema de otros.