El presidente del Gobierno, Javier Lambán, va esgrimiendo muy poco a poco las decisiones que va adoptando de cara al inicio del curso escolar. Tan a cuenta gotas que los sindicatos empiezan a presionar y las familias a desesperarse. Lo último que se sabe es que finalmente se reducirá la ratio, de manera que en primero y segundo de la ESO no habrá más de 22 alumnos por aula, salvo en algunas asignaturas aún por concretar. Y a partir de tercero, con las clases semipresenciales, se quedarán en 15, dado que los estudiantes acudirán en días alternos. Lo que está por ver es si se ampliarán las aulas con barracones o si se utilizarán otros espacios.

Desde Educación piden calma y aseguran que todo está estudiado y organizado para garantizar la seguridad de los estudiantes, ya que se han favorecido que los desdobles den paso a nuevos grupos, lo que permite bajar ratio. Sin embargo, para UGT, CCOO y CSIF es urgente que los centros conozcan ya los protocolo de actuación ante un caso (o varios) de covid-19, del servicio del comedor y del transporte. Este es el mensaje que le han trasladado a Lambán durante su encuentro, del que han salido con varias dudas.

Lo que está claro es que para reducir la ratio habrá que contratar a más profesionales, aunque todavía la DGA no ha concretado cuántos lo serán. Desde la consejería de Educación se insiste en que en Aragón tenemos una de las ratios más bajas y que son pocos colegios los que la superan. En concreto, sucede en los barrios del sur de Zaragoza y algún municipio cercano.

tes de los trabajadores es con la propuesta de que la jornada sea continua en Infantil y Primaria, aunque aseguran que quedan muchos flecos por cerrar, como un plan de conciliación que podría pasar por permitir el desarrollo de extraescolares, copiando el protocolo del programa Abierto por Vacaciones.

Desde Csif siguen con la duda de qué pasará a la hora de entrar y salir del centro, cuando se encuentran todos los estudiantes. «Con la jornada continua se reduce este momento de cuatro a dos, pero aún así hay riesgo y no nos han dicho qué plantean para evitar que se junten», critican. Tampoco hay concreción sobre qué pasará con el servicio de comedor. Para CCOO es esencial y la idea de que los pequeños almuercen en las aulas no convence tampoco entre los sindicatos. En Educación aseguran que están trabajando en ello. Y también en si es viable retomar el programa de madrugadores, demandado por la Federación de Asociaciones de Madres y Padres (Fapar).

La idea de que los estudiantes de Secundaria, a partir de tercero de la ESO, comiencen el curso de forma semipresencial ni gusta ni convence entre los sindicatos. Coinciden en que no es bueno para los alumnos y que los profesores no tienen tiempo para reorganizar su curso. Desde CCOO creen la presencialidad tendría que limitarse a cuatro días para que, así, el quinto pueda ser utilizado por el maestro para organizar las clases presenciales y telemáticas ya que, dicen, esta excepcionalidad les va a aumentar la carga de trabajo.

Csif también puso sobre la mesa el problema al que se enfrentan los centros para llevar a cabo sus programas docentes, preparados para realizar un curso presencial, y del déficit de personal que hay y que habrá con el inicio de curso planteando. En este sentido, desde UGT insisten en que la solución para evitar que las clases sean telemáticas y para reducir el número de los llamados grupos burbuja pasa por aumentar la plantilla del profesorado y administración.