El próximo mes de septiembre habrá alumnos en las aulas. La vuelta será presencial, algo que se reclamaba desde Aragón como única forma de garantizar la igualdad de oportunidades en todo el territorio. Hasta ahora el Ministerio de Educación no se había decantado de forma tajante por una solución y se hablaba de que las clases a distancia tendrían una presencia predominante en la programación, algo descartado por el momento según el documento de trabajo que difundieron ayer para garantizar que el próximo curso empieza de forma segura y que incluye, entre otras medidas, que entre los alumnos de hasta 10 años se establezcan grupos estables que no necesiten guardar distancia de seguridad ni llevar mascarilla.

El Gobierno de Aragón celebra este anuncio, aunque precisan que todavía hace falta someter sus propuestas al debate entre todas las autonomías. De hecho, hoy está prevista una reunión sectorial entre todos los consejeros para sentar las bases de los programas escolares tras las vacaciones de verano. Según indicó la ministra Isabel Celaá, este borrador busca «ofrecer un marco común que pueda ser adaptado en cada comunidad y ser implementado según la realidad de cada centro».

VECTORES DE TRANSMISIÓN

Los planes ministeriales están avalados por las evidencias de que los niños no son vectores importantes de la transmisión del coronavirus. Por ello, explican que se podría concebir que hasta los 10 años se configuraran «grupos a modo de familia o con vivientes» en el interior de las aulas. Habrá que ver cómo se garantiza el suficiente profesorado para la atención de los alumnos, un problema que se acrecienta en Aragón por la dispersión de la población.

Sobre el uso de la mascarilla en colegios e institutos, la ministra señaló que tendrá que llevarse a partir de los 6 años pero que «habrá flexibilidad» dentro de la citada burbuja o grupo de convivientes. El Gobierno de Aragón asegura que su propuesta de afrontar el nuevo curso con «normalidad» contempla la redacción de planes de contingencia para abordar cualquier problema y tranquilizar a las familias. Aún no se han diseñado pero podrían incluir la instalación de señales específicas y medidas sanitarias.

Las clases serán de grupos entre 15 o 20 alumnos, y se podrán habilitar todos los espacios de los centros, aunque serán temas a tratar hoy con las comunidades para llegar a un arranque de un curso «seguro, bien organizado y que aporte tranquilidad».

COORDINACIÓN

En este sentido, desde el Ministerio de Educación se ha recordado que en la fase 1 de la desescalada se pudo desinfectar los centros y abrir para tareas administrativas mientras que en la fase 2, en la que está ya la mitad del país, se han podido abrir las aulas. Aragón se encuentra en una fase más avanzada que otros territorios y las competencias de organización de los próximos pasos ha regresado a la comunidad. Por este motivo, la ministra reconoció que la reapertura de los centros está siendo estas semanas «dispar» pero porque las comunidades tienen la autonomía para elegir cómo hacerlo y que, en general, han vuelto alumnos de final de etapa, es decir, cuarto de ESO y segundo de Bachillerato.

El pasado domingo, tras la última conferencia de presidentes telemática, el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, pidió mantener la coordinación y evitar una competición para ver qué comunidad «es más original» a la hora de plantear un plan de vuelta al cole. Habrá que ver si la reunión que se celebrará a lo largo de hoy avanza en un frente común y si se aborda el sobrecoste que el covid-19 puede provocar en los presupuestos educativos.

APRENDIZAJE

Entrando en lo concreto, la consejería autonómica de Educación también remitió ayer remitirá a los centros educativos el plan de refuerzo pedagógico para el próximo curso, que incluye una serie de medidas y orientaciones que permitan garantizar la recuperación de los posibles déficit de aprendizaje del alumnado que se hayan podido producir por el cese de la actividad lectiva presencial en los centros debido a la propagación del coronavirus.

Educación plantea para los alumnos aragoneses un curso 2020-2021 continuación del anterior para poder integrar por parte de los estudiantes los aprendizajes afectados por el confinamiento. Para ello, se proponen actuaciones con el objetivo de ayudar a los centros en esta labor, entre las que se encuentran refuerzos en Infantil y Primaria, orientaciones sobre cómo adaptar el currículo o sobre el plan de acción tutorial, así como la promoción de un programa de acción emocional que estará acompañado de un plan de formación del profesorado.

Entre las novedades se encuentra el programa de integración de materias (PIM) que se ofrece a los institutos para ayudar al alumnado de 1º de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) en la transición entre Primaria y Secundaria.

Educación quiere con este texto ayudar a los centros para que realicen su propio plan de refuerzo, que partirá de los informes individualizados de cada alumno y de la memoria final de curso de cada departamento, donde se refleja los aprendizajes mínimos correspondientes al tercer trimestre de este curso y que marca los que no se hayan podido trabajar en este periodo.