La apertura de la línea del AVE Madrid-Sevilla en 1992 ya provocó un vuelco radical en el tráfico de pasajeros entre el tren y el avión, ya que éste se ha quedado reducido a transportar a un 25% en menos de una década.

A principios de los años 90, el 67% de los viajeros optaba por la aviación y sólo un 33% por el ferrocarril, que entonces era muchísimo más lento. Con la inauguración del primer corredor AVE de España en abril del 92, las cifras empezaron a invertirse: el primer año de servicio, más de la mitad de los viajeros eligió la nueva línea ferroviaria. El número de clientes de Renfe dio un salto espectacular en 1993, que pasó a representar ya al 81,6%. Las cifras siguieron aumentando hasta alcanzar el 84% de la cuota de mercado actual.