Aragón ha registrado en lo que va de año 403 incendios forestales, más que la media de los últimos diez años, pero las hectáreas quemadas se han reducido drásticamente hasta 628 al quedar el 77 por ciento de ellos en conatos aún siendo un año crítico, con riesgo muy elevado.

Eso demuestra la eficacia del personal del operativo contra incendios, ha destacado el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Joaquín Olona, en una rueda de prensa en la que ha hecho balance de la campaña junto al director general de Gestión Forestal, Ángel Berzosa, quien ha precisado que este año no ha habido ningún gran incendio y ninguno ha superado 100 hectáreas.

Berzosa ha explicado que por las condiciones en las que se desarrolló la primavera, que fue muy seca, este año la campaña de máxima activación se adelantó quince días, al 1 de junio, y concluyó el pasado día 15, y en ese periodo, en general con altas temperaturas, vientos muy secos y escasas precipitaciones, con tormentas secas, los rayos han sido la principal causa de los incendios, en concreto en 109 casos.

Aunque han descendido los siniestros causados por negligencias o accidentes, hasta 181 desde el inicio del ejercicio, siguen siendo la principal causa, con el 45 % de los registrados.

Los incendios intencionados han supuesto el 13 por ciento del total del año y el 5 por ciento en la época estival, aunque en este caso representan el 25 por ciento de la superficie calcinada.

Berzosa ha recordado que el incendio más grande de la temporada ha sido el de Fanlo (Huesca), el pasado 8 de agosto e intencionado, no solo porque ardieron 96 hectáreas, también por la zona -con riesgo de afectar al Parque Nacional de Ordesa-.

Olona ha insistido en la apuesta por el reforzamiento del modelo público de gestión forestal basado en la empresa pública Sarga, algo que se demuestra "con hechos", concretamente con el incremento en lo que va de legislatura del presupuesto en gestión forestal un 42,9 por ciento respecto a 2015, y el de Sarga, el 49,33 por ciento.

Este año aumentó el presupuesto destinado a la lucha contra incendios en 3,7 millones de euros, hasta alcanzar 26,3, y el operativo ha estado formado por 1.232 personas entre cuadrillas terrestres y helitransportadas, conductores de autobombas, emisoristas, vigilantes, tripulación de medios aéreos, ingenieros, agentes de protección de la naturaleza, capataces, encargados y personal de la administración.

Este año como novedad se han prorrogado los contratos del operativo forestal hasta el 31 de diciembre, tanto de las cuadrillas helitransportadas como terrestres y, según el consejero, ante las críticas sindicales al modelo, el diseño del dispositivo obedece "estrictamente a las necesidades", una vez evaluadas.

"No tendría ningún sentido mantener el máximo nivel de activación de incendios hasta el 31 de diciembre. Creo que es obvio que eso sería un mal uso de los medios", ha aseverado el consejero, quien ha resaltado que lo que se ha hecho, teniendo en cuenta que las necesidades de los montes están por satisfacer, es mantener las unidades helitransportatadas para actuar ante cualquier incendio.

Berzosa ha apuntado además que el próximo 17 de octubre se publicará en el Boletín Oficial de Aragón la nueva orden de clasificación de las zonas de alto riesgo en las que se divide el territorio aragonés, con siete categorías