La obra del corredor Cantábrico-Mediterráneo en su trazado ferroviario entre Sagunto, Teruel y Zaragoza ya cuenta con un cronograma detallado del avance de las obras y la partida presupuestaria detallada para cada una de ellas, dentro de los 330 millones de euros presupuestados por del Ministerio de Fomento hasta el 2022. Fue una de las principales noticias que salió ayer de la constitución de la comisión de seguimiento que fiscalizará el avance de los trabajos, y que reunió a representantes de todas las instituciones implicadas en ellos.

Entre ellas está, por supuesto, el Gobierno de Aragón, cuyo consejero de Vertebración del Territorio y Movilidad, José Luis Soro, salió muy satisfecho del encuentro. A su juicio, constituyó una clara muestra de «compromiso» por parte de todos, a diferencia de otras ocasiones. Según explicó, el encuentro fundacional de ayer fue «más político», pero desde ahora serán los técnicos quienes, reunidos tres o cuatro veces al año, en principio en sedes rotatorias (ayer fue en Madrid), fiscalizarán el desarrollo de las obras.

Soro valoró especialmente la concreción de plazos en el plan y el hecho de que cada hito supondrá «una mejora inmediata» para la línea, cuya parte aragonesa debería estar lista en el 2020, y toda completa en el 2022.

Entre los hitos, Soro señaló que para final de este año estará completo el sistema tren-tierra, que permitirá la circulación las 24 horas, y en septiembre del año que viene la vía soportará 22,5 toneladas por eje del convoy, 2,5 más que en la actualidad.

Valorando los grandes avances que supone esta comisión, Soro advirtió que Aragón no renuncia a futuras mejoras en el ámbito del transporte de viajeros, así como en infraestructuras de rampas y radios de giro.

En la comisión participaron, además de la DGA y CEOE Teruel -representada por su presidente, Carlos Torres-, responsables de la Generalitat Valenciana, la Autoridad Portuaria de Valencia, los empresarios valencianos, la Asociación de Empresas Ferroviarias Privadas y, lógicamente, Renfe y Adif.