La ejecución de las obras de los barrios rurales de Zaragoza es del 18%, a año y medio de que finalice los tres años acordados entre el ayuntamiento y la diputación provincial (DPZ) para iniciarlas. De las 76 incluidas en el convenio 2017-2019 firmado entre ambas instituciones, 14 ya se han finalizado y el resto sigue a la espera de que se redacte el proyecto de obra o se adjudique.

Desde el ayuntamiento explicaron que la burocracia administrativa provoca que el proceso sea «muy largo». Actualmente, la mayoría de las actuaciones pendientes se encuentran en la fase de estudio o de redacción del proyecto, como es el caso de la ampliación del parque Cristo Rey de San Gregorio, la actualización de la red de abastecimiento de agua y saneamiento del paseo de Peñaflor, el cubrimiento de la acequia de Juslibol o del escenario del pabellón sociocultural de Casetas.

En este barrio rural, además, se ha tenido que paralizar la reforma de la avenida Constitución por un «imprevisto» técnico, por lo que la sociedad municipal Ecociudad está «replanteando» el proyecto, elevando su precio inicial, de 1.043.103 euros. La primera fase, que salió adjudicada por 792.251 euros, va a costar un 6% más por los problemas encontrados.

EN ESPERA // Entre las actuaciones que ya se han ejecutado destaca el escarpe de Alfocea, después de años de espera -ya se incluyó en el anterior convenio-, cuyos trabajos se iniciaron el pasado mes de mayo, con un coste de más de 400.000 euros. Los únicos barrios rurales que siguen a la espera de que las máquinas entren por sus calles son Monzalbarba, Motañana, Juslibol, Garrapinillos, la Cartuja Baja y Torrecilla de Valmadrid.

La diputación provincial aporta un total de nueve millones de euros, distribuidos en tres anualidades para el desarrollo de estas actuaciones, muchas de ellas históricas. Como novedad de este convenio, además del incremento de la cuantía, la DPZ se comprometía a consignar en sus presupuestos las cantidad fijadas, pero ese el ayuntamiento el que se encarga de la redacción de los proyectos, de su licitación y contratación así como de la dirección facultativa de los trabajos. La factura se abona a final de año.

A los nueve millones de euros aportados por la DPZ habría que sumar otra partida nueva de 3,5 millones de presupuesto ordinario del ayuntamiento. Esta decisión fue criticada por los grupos municipales de PSOE y Ciudadanos (Cs) en la comisión de Participación Ciudadana por no haber incluido esta cantidad al proceso de presupuestos participativos de los barrios rurales, que cuenta con un millón para todos.

Según explicaron desde Participación Ciudadana, se optó por ampliar la partida para que, en el caso de que se vaya a intervenir en un equipamiento municipal, se pueda hacer de manera integral, ya que el convenio con la DPZ solo contempla trabajos concretos.