En los presupuestos del 2014, el Gobierno de Aragón calculó que dejaría de ingresar por los beneficios fiscales aplicados casi 123 millones de euros. Mediante las distintas deducciones aplicadas, estimó esta cifra, que equivaldrían a cuatro décimas de déficit y permitirían, de no haberse aplicado, tener una situación más holgada que en este momento en el que el desfase obliga a hacer nuevos ajustes. De esta cantidad, 89 se dejaban de ingresar por el impuesto de Sucesiones y Donaciones y 29 por el impuesto de Transmisiones y Actos Jurídicos Documentados.