El título de este artículo es testimonio de respeto al que el pasado martes escribió con su brillante pluma José Luis Trasobares a propósito de nuestro Sistema de Salud, sus profesionales y el conflicto --parcial, pero preocupante--, de estas últimas semanas.

Todos los medios locales, además de recoger el día a día de la huelga de especialistas, han publicado opiniones de los médicos, de los pacientes y de los representantes de la Administración.

Paralelamente, nuestro consejero de Sanidad publicaba un artículo de opinión en el que recordaba el marco legal y los antecedentes en que se desenvuelven las negociaciones para la retribución de los profesionales del Salud, así como las dificultades legales para poder asumir las reivindicaciones en las que se basa la convocatoria de huelga. Su último párrafo no podía ser más expresivo: "El nuevo modelo salarial ha de remunerar por lo que se es, pero también por lo que se hace". Ahí está la clave, hasta ahora no contemplada.

Con motivo de las transferencias sanitarias a nuestra comunidad publiqué en este mismo periódico dos artículos de opinión (31-1-2002 y 1-2-2002), en los que, entre otras reflexiones, proponía a la Administración regional y a los sindicatos responsables la oportunidad, para mí necesidad, de tener un modelo retributivo que consolidando la universalidad, equidad y gratuidad del sistema sanitario estableciera hechos diferenciales en los profesionales y trabajadores del sistema, de acuerdo con su actividad, diligencia, rendimiento y aportaciones asistenciales, docentes e investigadoras. Hay que dejar fuera el modelo de café para todos , basado en los incrementos lineales que, al no primar la excelencia, favorecen la indolencia. O la permiten.

Es el modelo vigente desde 1987, que no premia la excelencia ni la mide, y en el que el hecho diferencial del "complemento específico por exclusividad" prima algo que no tiene repercusión positiva en la actividad --pues no se exige hacer más ni se ha exigido en estos 17 años--, sino lo que no se hace al concluir la jornada laboral. Hecho que reconocen todos como injusto, aunque sea legal. Por eso el actual modelo retributivo, dentro de la brevedad de los salarios, no incentiva los aspectos positivos de la actitud y el rendimiento.

Por esa razón, y porque en los acuerdos de la mesa sectorial para el periodo entre 2002 y 2004 no se lograron esos objetivos, considero que a partir de enero de 2005 tenemos el reto y el compromiso de tipificar dedicaciones y rendimientos; es la gran oportunidad de dinamizar y fluidificar las estructuras y el funcionamiento de nuestro Sistema Aragonés de Salud, que tanta frecuentación y alta valoración merece entre nuestros ciudadanos, y que hoy puede estar inestable o con dificultades.

ESTRATEGIA El poderoso Kissinger tuvo, entre otras responsabilidades, la de dirigir la Conferencia de París para el final de la guerra de Vietnam. Había dificultades para sentar a los vietnamitas del Norte y del Sur hasta por el tamaño y forma de la mesa. Redonda, ovalada o cuadrada. De su inteligencia, habilidad y astucia se contextualizó su estrategia como la de los pasos intermedios, con los que se llegó al acuerdo final.

Hoy, con tres semanas de huelga y seis más convocadas, me asalta la profunda duda, en la tristeza, de si nuestro sistema sanitario será capaz de superar este gran impacto, y qué día siguiente nos quedará a todos, pacientes y profesionales: ¿un campo labrado?

Trabajo en la sanidad pública desde enero del 1966, y asumo responsabilidades significativas desde 1969, 1974 y 1997 en la Urología del Servet, su jefatura de servicio y la cátedra de la misma disciplina en la Facultad de Medicina. Creo que puedo y debo pedir --por 38 años de dedicación y su correspondiente capacidad de observación y análisis-- un paso intermedio, vietnamita, a la Administración: reconocer el hecho y voluntad de resolverlo; y otro a la asamblea de especialistas: desconvocando la huelga ya, ante la apertura de negociaciones.

Es lo que esperamos todos los aragoneses. No deberíamos dejar pasar estas nueve semanas sin intentar copiar a los vietnamitas.