El nuevo Airbus A400M, que sustituirá paulatinamente a los tradicionales C-130 Hércules, ya presta servicio en el Ejército del Aire, para el que supondrá un salto cualitativo y cuantitativo gracias su mayor alcance, autonomía, velocidad y capacidad de carga.

El primer A400M que se ha incorporado al Ejército del Aire -en diciembre de 2016- opera ya en el Ala 31 de la Base Aérea de Zaragoza, adonde está previsto que llegue el segundo aparato antes de fin de año para añadir otros dos o tres más en 2018, ha explicado hoy a los medios de comunicación el coronel Andrés Gamboa, jefe del Ala 31.

Representantes de los medios han podido comprobar hoy en vuelo las prestaciones de este nuevo aparato, un avión de transporte militar de gran capacidad, de fabricación y tecnología europea que se ensambla íntegramente en la factoría que Airbus Defense and Space tiene en el Aeropuerto de San Pablo de Sevilla.

La incorporación de estos aparatos abre una nueva etapa, "muy ilusionante", para el Ejército del Aire, entre otras cosas porque además de volar más rápido que los Hércules, lo puede hacer a diversas alturas.

De hecho, puede lanzar a paracaidistas desde grandes alturas pero también entregar cargamentos a cinco metros de distancia del suelo.

Con una longitud de 45,1 metros y una envergadura de 42,4 metros, su altura es equivalente a un edificio de cinco plantas, es capaz de cargar hasta 37 toneladas y 120 soldados con todo su equipamiento y puede alcanzar los 900 kilómetros por hora y volar a más de 11.000 metros de altura.

Gamboa ha explicado que puede portar en su interior la carga equivalente a un camión de bomberos de los grandes, o dos carros de combate, o tres o cuatro vehículos, o dos helicópteros.

Además, su tren de aterrizaje de doce ruedas le permite tomar tierra en pistas sin asfaltar, lo que supone que puede llegar a destinos que no cuentan con infraestructuras aeroportuarias modernas.

Este avión lleva ya seis meses de rodaje en la base zaragozana, periodo en el que se ha preparado para llegar a este momento, en el que ya está operativo al cien por cien y sometido el plan de mantenimiento que marca el fabricante.

El aparato acumula ya unas cien horas de vuelo. Entre ellas las escasas diez que invirtió hasta alcanzar Washington en una reciente travesía que tenía como destino México.

El Hércules, ha explicado Gamboa, habría tenido que hacer dos pernoctaciones por el camino.

No obstante, aunque este A400M ha realizado algunas tareas de apoyo logístico y de carga, antes de que entre de lleno a participar en misiones hay que terminar de "acoplar" la unidad, instruyendo a los pilotos y a los mecánicos.

El avión se ha recibido con un sistema integral de mantenimiento e informático y con un programa de gestión de carga, y un equipo de Airbus apoya en Zaragoza al Ala 31 en el manejo y mantenimiento de la aeronave.

El capitán Pablo Guerrero es uno de los pilotos que ya maneja el A400M, junto con otros tres destinados en la Base Aérea.

Hoy ha reconocido que supone un "cambio de filosofía" respecto al manejo de los Hércules, al incorporar otros procedimientos y tecnologías, que los pilotos aprendieron en un cursillo de tres meses impartido en Sevilla.

Gamboa, por otra parte, se ha referido a los problemas industriales y comerciales que se detectaron al principio con este avión, entre ellos los relacionados con las cajas de engranaje, que según el coronel ya se conocían cuando se adquirió el aparato y que fueron solucionados por un equipo de Aribus en la propia base zaragozana.

Otro de los hándicaps es que debido a un problema de diseño no es posible el salto simultáneo de paracaidistas por las dos puertas laterales, ya que la aerodinámica del avión hace que corran el riesgo de chocar entre ellos en la cola.

Mientras se soluciona esta cuestión, los paracaidistas saltan individualmente solo por una de las puertas y no se ha producido ningún problema, ha precisado.

El Ministerio de Defensa encargó a Airbus 27 unidades de este avión, de las que 14 las operará el Ejército del Aire y las 13 restantes está previsto que se vendan a otros países, dado el interés mostrado por las fuerzas aéreas de Chile o México.