El Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), el general Francisco Javier Varela, confía en que el cuartel general de la división Castillejos que se instalará en las instalaciones del cuartel Sancho Ramírez de Huesca esté completamente operativo en un plazo de dos años, siempre que el presupuesto lo permita y se pueda contratar al personal necesario para ello.

Así lo explicó ayer el JEME tras su intervención en el Foro ADEA, celebrado en el hotel Reina Petronila de Zaragoza, «el primero en 66 ediciones» que tenía como protagonista a un militar, según destacó Salvador Arenere, presidente de la asociación empresarial. Varela respondió a las múltiples preguntas de la concurrencia centradas en la instalación oscense, y explicó con sencillez que entre las tres opciones que se barajaban, la elegida fue Huesca principalmente por «la concentración excesiva de fuerzas en Madrid» (las otras opciones eran Alcalá de Henares y Colmenar Viejo) y porque el proyecto, con instalaciones ya construidas y siete hectáreas para ampliarlas, sale por «9,5 millones de euros», frente a 20 de sus competidores.

El JEME no esquivó ningún asunto, desde la desvinculación de efectivos a los 45 años -asunto del que admitió su «dificultad», al tener que tratar con 17 comunidades distintas para lograr el reconocimiento de la formación- hasta el papel de la mujer en las Fuerzas Armadas, donde afirmó que están plenamente integradas y cuentan con suficientes protocolos para evitar (o denunciar, en su caso) los casos de acoso sexual que puedan producirse.

Pero el teórico asunto principal de la intervención era el plan del Ejército 2035, la modernización de las Fuerzas Armadas para evolucionar de un modelo «de 1945, después de la Segunda Guerra Mundial» a la situación actual y de futuro, un escenario «asimétrico» donde no se combate entre ejércitos, sino con población civil involucrada y con necesidad de dominar desde la tecnología hasta la propaganda cibernética.

Para ello, el Ejército pondrá en marcha el año que viene una «brigada piloto» en Almería, un proyecto que se espera prolongar y ampliar con un aumento del presupuesto. Defensa ha prometido pasar del 1,5% «al 1,6%» del PIB, que aunque está «lejos del 2% que se prometió a la OTAN, es un esfuerzo importante», valoró.