El consejero de Obras Públicas de la DGA y presidente del Consorcio de Transportes de Zaragoza, Rafael fernández de Alarcón, reconoció ayer que el apeadero de Cercanías de Plaza no estará, como mínimo, "entre dos años y medio y tres y medio". Y eso que, según dijo, es la solución al déficit que genera la línea de bus al aeropuerto, que este año ha perdido un 23% de viajeros, según él, por la apertura de Puerto Venecia. Ni el aeropuerto ni el servicio.

Alarcón apuesta por un nuevo apeadero junto al centro comercial que permita acercar de una forma más eficiente a los 1,1 millones de viajeros anuales que espera atraer a esta conexión del Cercanías. Aunque sobre su construcción, valorada en 7,5 millones de euros en el anteproyecto que ya se ha redactado, tan solo dijo que se iniciarán las conversaciones con Adif y Renfe para empezar a redactar el proyecto constructivo. Este tardará "un año y medio o dos", tiempo suficiente para despejar la principal incógnita: quién lo paga.

DUDAS Alarcón mantuvo ayer las misma duda. Y, de paso, le restó importancia a los más de dos millones de euros invertidos en obras en el anterior emplazamiento elegido para el apeadero. "El tiempo dirá si es economizar o es tirar el dinero", dijo.

Mientras, confirmó que la semana que viene se creará una comisión de trabajo con el ayuntamiento para avanzar en la próxima licitación de la concesión del bus del aeropuerto, paralizada desde el año pasado por culpa de este apeadero que, ahora sí, nadie espera empezarlo ya.

Fue la principal novedad ayer en la asamblea del Consorcio de Transportes convocada para aprobar el presupuesto de este año, de 2,49 millones de euros. Este llega acompañado de un plan operativo 2013-2015 para sacar a flote las líneas de bus, que en el 2012 perdieron un 5% de viajeros.

A corto plazo, este año han dispuesto un fondo de 150.000 euros para implantar herramientas que faciliten información al usuario en tiempo real, en las paradas, a través de dispositivos web o aplicaciones para el móvil, "antes del verano". También se prevén otras que sí lo son, como la implantación de bonos para fidelizar usuarios en algunas líneas, aunque se aplicaría, como pronto, "en el 2014".

Tampoco hay fecha para la integración tarifaria con el Cercanías y permitir el transbordo con el tranvía y las líneas de bus urbanas y rurales, ya que "depende del visto bueno del Ministerio de Hacienda", informó.