En el municipio de Herrera de los Navarros y en algunos otros que le circundan, en la provincia de Zaragoza, viven los aragoneses que más enfermedades padecen ligadas al tabaquismo. 133 kilómetros más al oeste y ya en la provincia de Teruel, los habitantes del pueblo de Calaceite y alrededores pueden presumir, sin embargo, de ser los que menos sobrepeso sufren de toda la comunidad. Son algunos de los muchos datos que ofrece el Atlas de Morbilidad de Aragón, es decir un estudio de la proporción de personas que enferman en un lugar y tiempo determinados, y que acaba de darse a conocer.

De dibujar esta suerte de mapa del estado médico de la comunidad se ha encargado la Dirección General de Salud Pública. Su responsable, Francisco Sancho, explica que "es la primera vez que se hace" y resalta la "importancia" de los números que arroja el estudio, pues "permitirá, a partir de ahora, elaborar programas preventivos" respecto a algunos de los problemas detectados.

Problemas que, por otra parte, sitúan a Aragón en la media de lo que no deja de ser una comunidad con los mismos pecados que cualquier sociedad occidental y que pueden resumirse en una palabra: sedentarismo. De ahí que la mayor parte de los parámetros que se han medido en este estudio tenga que ver con nuestros hábitos de vida. Así, el atlas analiza los casos de dislipemia --colesterol, triglicéridos,...--, sobrepeso, obesidad --la "epidemia" de nuestro tiempo--, minusvalía, diabetes, tensión arterial y tabaquismo.

La información que nutre este atlas es la procedente de las 125 zonas de salud básicas --los centros de salud-- que existen en Aragón. Sancho resta importancia al hecho concreto de que, por ejemplo, en la zona de Azuara se registren menos casos de dislipemia (una alteración del metabolismo de los lípidos) que en el resto de la comunidad, que en la de La Fortunada se halle el mayor índice de dolencias relacionadas con la discapacidad o que el grado más alto de hipertensión se dé en Valdefierro, en la capital aragonesa.

Los datos, que también se cruzan con las características demográficas de cada zona, son los recogidos en los centros de salud por los profesionales de atención primaria, que luego el departamento de Sanidad procesa en Huesca. De ahí que, en cierto modo, dependan de la "subjetividad" del médico y de ahí también que la información sirva para "obtener una fotografía general" del estado de salud de los aragoneses.

Con esa imagen bajo el brazo, la dirección de Francisco Sancho ya tiene "avanzada una estrategia preventiva, encaminada a fomentar estilos de vida saludables, adaptada a cada segmento social". El responsable del atlas anuncia, además, que van a seguir "trabajando en otros estudios, relacionados con nuestros hábitos, pues en los centros de salud se recogen muchos más datos".