La agencia mayorista de viajes que organizó el crucero por el río Nilo en el que el barco se quemó con 140 pasajeros a bordo, 37 de ellos aragoneses, sostiene que la motonave "se encontraba en perfecto estado para la navegación".

Así consta en la contestación presentada ayer por la agencia de viajes a la demanda de los perjudicados, que solicitan 696.000 euros en concepto de indemnizaciones por las pérdidas materiales y los daños físicos y morales sufridos en el siniestro. El incendio se declaró en la noche del 15 al 16 de octubre del año 2003, cuando el barco se hallaba a 550 kilómetros al sur de El Cairo.

La mayorista Caivsa, con sede en Zaragoza, alega en la contestación depositada ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 que el barco siniestrado "reunía todas las medidas de seguridad exigibles para la navegación fluvial y contaba con flotadores y botes salvavidas", en palabras del letrado Ignacio Burrull.

Caivsa adjuntó a la contestación a la demanda un documento sellado por el Gobierno egipcio en el que consta que el crucero contaba con autorización oficial para transportar pasajeros. "El barco contaba con sistemas antiincendios perfectamente instalados y mantenidos que no funcionaron porque el fuego que se declaró a bordo provocó un cortocircuito", mantiene Burrull.

"El incendio se debió a causas fortuitas, seguramente al estallido de un petardo en un camarote ocupado por unos estudiantes italianos que tardaron en dar la voz de alarma", apunta José Manuel Blasco, gerente de Caivsa, la principal de las cinco agencias de viajes contra las que va dirigida la demanda.

Blasco mantiene que la tripulación del barco, un auténtico hotel flotante de cuatro plantas y 118 camarotes, "estaba bien preparada y actuó con diligencia en todo momento, lo que evitó que el incendio degenerara en una catástrofe". La única víctima mortal fue un pasajero de nacionalidad española falleció tras lanzarse al agua, posiblemente porque se golpeó con una de las hélices. El resto de los pasajeros sufrió lesiones de distinta índole, sobre todo contusiones, cortes y magulladuras que se produjeron al saltar a oscuras desde la cubierta a la orilla del río.

Asimismo, Caivsa sostiene en su contestación a la demanda que, contra la opinión de los demandantes, "los perjudicados fueron correctamente atendidos en Egipto por las compañías de viaje" resalta Blasco.

La demanda fue interpuesta por 35 de los 37 pasajeros aragoneses, después de que dos aceptaron una indemnización de 2.000 euros de la mayorista.