El hospital Clínico Universitario Lozano Blesa de Zaragoza no es zona cero. Así lo aseguran los jefes de los Servicios de Microbiología, Carmen Rubio, y el de Medicina Preventiva, Carlos Aybar. La preocupación que se ha suscitado a raíz del último brote de legionela, el más importante de Aragón, ha llevado a estos expertos a insistir en que el Clínico mantiene una actitud muy activa en la búsqueda y control de este germen.

"Donde se busca, se encuentra", insiste la responsable de Microbiología, servicio que además es el único de los hospitales aragoneses que dispone de un laboratorio específico para el análisis de los cultivos de esta bacteria.

"Una de las líneas de investigación que ha desarrollado este hospital precisamente es el de la legionelosis, porque además contamos con un gran experto", asegura Aybar refiriéndose al catedrático Rafael Gómez Lus, que ha sido impulsor de este tipo de trabajo a raíz de los casos de Castillejos, y que es un gran referente no sólo para la comunidad sino para el resto del país.

"Hubo críticas sobre por qué no se pedía ayuda a expertos de otras comunidades. Pero es que aquí contamos con el doctor Gómez Lus, que es el que en ocasiones tiene que trasladarse a otras comunidades cuando hay problemas", explica.

Los expertos insisten en que la resistencia de la legionela, que por otro lado está siempre presente en el hábitat y guarda una estrecha relación con las circunstancias de temperatura y de agua de Zaragoza. "Puede crecer entre 0 y 63 grados, se desarrolla casi sin oxígeno, en aguas con un PH de 5 a 8, es decir, desde muy ácidos a muy alcalinos... Es que es un germen muy poco exigente. Sólo requiere un poco de humedad y por eso puede aparece continuamente", apostilla la doctora Rubio.

Se da la circunstancia de que en este brote además de coincidir numerosos factores ambientales, ecológicos y de temperatura, se ha dado uno de los tipos de legionela más agresivos, que ha provocado la muerte de seis afectados, de los 23 casos asociados al brote.

ORDEN DE DESINFECTAR Medicina Preventiva tuvo conocimiento del primer caso --un médico de su hospital, que todavía sigue grave en la UCI-- hacia el 10 de junio. "Lo declaramos a Salud Pública y quedó como esporádico". Tres días después se comunicó otro caso en una mujer. El tercero que conocieron coincidió con los resultados obtenidos el día 15: había colonias de legionela en las torres de refrigeración.

El viernes 18 ya había cinco afectados. "No sabíamos las dimensiones que iba a tener ese brote. Así que hablamos con todos los clínicos que iban a estar de guardia, y los pusimos en alerta, para que a cualquier persona con problemas respiratorios se le practicara la prueba de antígeno en la orina", explica Aybar.

Los expertos corroboran que en junio se han hecho hasta 220 investigaciones de antígenos en orina. Y sólo 19 han resultado positivos. "Se ha hecho una investigación sin precedentes, con una hipervigilancia total", afirman. Tal es así, que no se descarta que algunos de los casos hallados se conviertan en un segundo análisis en falsos positivos.