Desde el próximo mes de enero, los zaragozanos que dispongan de tarjeta ciudadana --170.000, con datos del pasado mes de mayo-- pagarán el billete de autobús según su nivel de renta, con descuentos para las más bajas y ligeros aumentos para las más altas. Es al menos, la intención del equipo de Gobierno del consistorio, siguiendo una iniciativa de Izquierda Unida que ayer mismo recibió la luz verde inicial del Ministerio de Hacienda. La ciudad sería pionera en España en establecer la progresividad en el pago del transporte público.

Según confirmaron fuentes de IU, el informe ministerial autoriza al Ayuntamiento de Zaragoza a solicitar datos a la Delegación de Hacienda en la ciudad sobre las rentas medias de los zaragozanos. Es el primer paso para calcular qué niveles habría que establecer, y qué descuentos o aumentos en cada uno, para hacer el proyecto viable. La infraestructura de la tarjeta ciudadana ya preveía estos usos, como ha confirmado repetidamente el consistorio, y tras el estudio el trámite sería tan rápido como quisieran los grupos municipales.

TIBIEZA Ayer, las fuentes consultadas del PSOE municipal se mostraron extraordinariamente cautas a la hora de valorar las posibilidades de la iniciativa. Pero el vicealcalde, Fernando Gimeno, ya deslizó por la mañana, en las jornadas Territorio y Márketing celebradas en el Auditorio, que la progresividad en el pago del billete del autobús estaba en ciernes.

Incluso desde Izquierda Unida, impulsora de la iniciativa, se mostraron cautos a la hora de ofrecer datos sobre el proceso, ya que acaban de recibir el primer visto bueno de Hacienda, y el técnico lo tenían de antemano. Esperan, eso sí, que la medida constituya "un ahorro importante para la gente con menos recursos". Asimismo confía en que, una vez realizados los cálculos, la subida del billete para las rentas más altas --actualmente el trayecto cuesta 0,75 céntimos con tarjeta ciudadana-- sea de "unos pocos céntimos". Lo que sí remarcan en IU es que el criterio será "la renta, no la nómina".

El estudio tendrá que ser concienzudo, ya que "no nos podemos permitir disparar el déficit del transporte público", y habría que mantener unas previsiones de ingresos similares a los que se dan actualmente en el servicio. Habrá de tener en cuenta múltiples factores sociológicos, como que, "por norma general, las rentas más altas van menos en autobús. Y no podemos hacer trampas, el bajar para unos significará incrementar para otros", explican en IU.

Pero una vez realizado el estudio, en la tramitación de la iniciativa no prevén excesivos problemas: por un lado, por que la fijación de las tarifas es competencia del Gobierno municipal --y los máximos responsables del particular, la concejala de Movilidad Carmen Dueso y el mismo alcalde Belloch ven con buenos ojos la iniciativa--; por otro, aunque hubiese que modificar ordenanzas, tanto el PSOE como CHA se han mostrado favorables a la progresividad impositiva.

Además, este pago sería en realidad una actualización, o evolución, de iniciativas más que consolidadas como las tarjetas de gratuidad para jubilados, o la congelación de abonos para las rentas menores de 15.000 euros.

EMPADRONADOS La espina clavada que le queda por el momento a los impulsores de la iniciativa, ya solo con el proyecto, es que la tarjeta ciudadana parece el único instrumento viable para controlar que cada uno pague lo que debe, pero restringe los beneficios a sus usuarios, es decir, solo a los empadronados en Zaragoza. También supone discriminar a los transportes interurbanos que no habilitan el uso de esta tarjeta, como los de los barrios rurales que dependen de los autobuses del consorcio interurbano de transportes. Estos serán, en un futuro, los primeros a los que tienen intención de aplicar la medida con un nuevo acuerdo con el consorcio.