Quince series del número 54.601. Es decir, 300.000 euros repartidos en 150 décimos, cada uno de los cuales habrá dejado 2.000 euros en el afortunado comprador. Es el rastro que sembró ayer la lotería de Navidad en el municipio oscense de Sabiñánigo. Y ese rastro podría haber sido un auténtico golpe de la fortuna si la última cifra del número premiado hubiera sido un cero en lugar de un uno. Y es que un bar de la citada localidad había vendido el posterior al Gordo . ¡¡¡Uyyy. Corner!

Los décimos salieron del bar Hechizo, abierto hace apenas un año y medio en Sabiñánigo y propiedad de César y Ana, quienes explicaron a Efe que no se hicieron participaciones.

En otro valle oscense, el del Cinca, la administración de la Alegría, situada en Monzón, había vendido en ventanilla una serie del 18.501, al que los bombos convirtieron en uno de los quintos premios del sorteo de ayer. Se repartieron 48.000 euros. "Estamos muy contentos. A ver si ahora en el Niño tenemos suerte otra vez , explicaron a este diario desde el establecimiento. Esta administración vendió en otros sorteos una serie del primer premio y otra del segundo.

Y José Luis Molina, propietario del bar Piscinas del municipio turolense de Alacón, estaba satisfecho por haber repartido 420.000 euros, pues vendió --en participaciones de cinco euros-- varios billetes del 45.563, anterior al segundo premio. No sólo los vecinos de esta localidad se hicieron con un poco de dinero extra para estas fiestas; también los de otras cercanas, como Obón y Cortes. El año pasado, la comisión de festejos de Alacón repartió más de 60.000 euros en estas mismas fecha. La alcaldesa, Begoña Pastor, confió en que la suerte se mantenga y se incremente.