El titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza ha condenado al pago de multas que suman 400 euros al dueño del perro Lucky, que murió el pasado 14 de junio por un disparo de un policía local tras "asustar" a varias personas que transitaban por la calle, según refleja la sentencia.

El juez imputa al denunciado una falta contra los intereses generales, que castiga a los dueños de perros "feroces o dañinos" que los dejan sueltos, y otra de alteración del orden público, en relación a los insultos que el propietario profirió contra los agentes tras la muerte de su mascota.

RELATO Según los hechos que la sentencia considera probados, sobre las 20.15 horas del pasado 14 de junio, el perro, un cruce de mastín del Pirineo y grifón de unos 75 kilos de peso, fue observado por varios testigos mientras deambulaba suelto por el entorno de Vía Hispanidad.

Unos agentes de Policía Local que se encontraban por la zona decidieron perseguir al animal al observar que mostraba una conducta "agresiva", carrera a la que se sumó el propietario del can.

Según el juez, la persecución finalizó en una explanada cercana, cuando uno de los agentes sacó su pistola y disparó al perro al observar "que se abalanzaba sobre él". Tras verlo muerto, el propietario les dijo que lo "despertaran" e insultó a los agentes.

El documento cita otros comportamientos agresivos del animal, así como antecedentes del propietario, que hace tres años trató de matarlo con un cuchillo.

La sentencia recoge que el perro sí podía ser dañino, al ir suelto y mostrarse violento, aunque no figure entre las razas consideradas peligrosas. También califica de "cuando menos incoherente" la actitud del dueño, al maldecir a su perro cuando huía y abrazarle tras su muerte.