-Es el vicepresidente de un Gobierno cuatripartito. ¿Será un órgano de control del acuerdo alcanzado?

-Cuando el PSOE nos declaró socio preferente es porque aportábamos el embrión del pacto que finalmente se firmó. El PSOE hablaba de centralidad, moderación y transversalidad, y nosotros estábamos en esa línea. Por tanto, entiendo la Vicepresidencia como un apoyo de la Presidencia para coordinarse con las consejerías. Es un órgano colaborativo, no político, para impulsar las 132 medidas firmadas y resolver los problemas que surjan.

-Además, es consejero de Industria, que suma también otras competencias que en la anterior legislatura estaban en departamentos como Economía y Vertebración del Territorio...

-El ganador de las elecciones quería gestionar algunas competencias fundamentales. Yo sabía que asuntos como la Educación -garantizando la paz entre la pública y la concertada- quería dirigirla el PSOE, al igual que la Sanidad. El PSOE y el PAR tienen una profunda implantación en el territorio, con muchos ayuntamientos y comarcas, y las áreas de esta vicepresidencia tienen una especial incidencia ahí, como ocurre con la energía, la implantación de empresas, etcétera. Por interés mutuo, cuando se pone sobre la mesa nuestra experiencia de Gobierno entre 1999 y el 2011, constatamos que merece la pena seguir trabajando en equipo, que es lo que a mí me gusta y lo que da mejor resultado.

-El acuerdo entre ustedes y el PSOE se gestó incluso antes del resultado electoral...

-Radicalmente falso. La noche que ganó Lambán las elecciones le llamé para felicitarle. Cuestión de cortesía. Me dijo que teníamos que hablar. Pero esa semana pasaron muchas cosas. Hubo negociadores del PP y Cs, reuniones... y cuando se podía atisbar un pacto por ese lado, nos llamó el PSOE y pergeñamos un esqueleto de medidas que llevan la impronta del PAR. Son muy beneficiosas para Aragón y no pretenden nada raro. Que gobierne el que ha ganado las elecciones, que haya buenas relaciones con el Gobierno central -de hecho esos días ya hablé con el ministro de Fomento y se desbloquearon obras importantes-, se resuelva el problema de las cuencas mineras, vengan empresas, se combata la despoblación, que no se pierdan servicios en el medio rural... Con esa perspectiva y ante una incertidumbre económica mundial, era necesario un acuerdo así.

-¿Le habría gustado más un Gobierno con el PSOE y Cs?

-Ya dije al día siguiente de las elecciones que vistos los resultados electorales, lo razonable era, por moderación y centralidad, un acuerdo entre PSOE y Cs y si se necesitaba al PAR, ahí estaríamos. Fui generoso, pero a partir de entonces se inició otra vía de negociación con otros partidos.

-¿Cuándo levantó el veto a Podemos para que pudiera entrar en un Gobierno con ustedes?

-Las negociaciones se llegaron a enquistar, pero cuando se bloqueó la situación en Madrid y La Rioja, la parte aragonesa de Podemos se da cuenta de que ese no era el camino y cambiaron de actitud e introdujeron aportaciones interesantes. El PAR fue generoso, pero Podemos también. Entendió que las posiciones extremas y radicales no encajan en Aragón. Además, nadie estaba dispuesto a repetir las elecciones, por lo que Podemos también ha sido responsable. Este Gobierno será muy positivo para todos.

-¿Cómo lleva ser socio de Gobierno con un partido que en el pasado fue muy crítico con la gestión de su partido?

-Si han firmado las 132 medidas, no podemos vetar por vetar.

-¿Les pedirá que retiren su denuncia en Anticorrupción por la gestión en la depuración?

-Fue un error. Yo no digo nada, cada uno sabe lo que tiene que hacer. Estoy convencido de que no hay absolutamente nada. Claro que hubo errores, pero en la comisión se depuraron las responsabilidades. A mí me preocupa qué vamos a hacer en el Gobierno y cómo lo vamos a hacer. Me tengo que entender con los consejeros de otros partidos, como siempre he hecho. Otras cuestiones no me interesan.

-¿Cuáles cree que son las primeras medidas que debe adoptar el nuevo Gobierno?

-Tenemos un compromiso con el territorio y hay que poner medidas para que no se obstaculice la llegada de empresas y la creación de empleo. Nos debemos tomar muy en serio el problema de las cuencas mineras. El impacto económico y social del cierre de la térmica es brutal y tenemos que trabajar muy duro. Hay proyectos previstos y tenemos una base muy buena en el documento que consensuamos en la comisión especial que yo mismo dirigí la pasada legislatura. Hay que resolver cuestiones como la elevación de aguas a Andorra, apoyar la la innovación... También el problema del calzado en el Aranda...

-¿Será parte activa en el debate de la financiación autonómica?

-Espero que cada uno con las responsabilidades que tenga en Madrid defienda la posición de Aragón. Por eso insisto en que son fundamentales las buenas relaciones con el Gobierno de España. Tuve ocasión de departir con Carmen Calvo y José Luis Ábalos y ya hablamos de la necesidad de financiar bien una comunidad tan extensa y despoblada pero que tiene todos los recursos, y eso tenemos que hacerlo valer. Por qué se entiende el crecimiento espectacular del sector cárnico en Aragón, por ejemplo. Porque otras zonas como Cataluña están saturadas y aquí tenemos territorio, y logísticamente ofrecemos buenas oportunidades. Con esas ventajas competitivas tenemos que exigir generosidad al Estado para que combata la despoblación. Las comunidades con costa han tenido inversiones multimillonarias. Y hay que compensar esto.

-Dicen que en este gobierno han pactado también las diferencias. ¿Cree que surgirán muchas esta legislatura?

-Hemos aparcado las diferencias partidistas para centrarnos en el proyecto común de Aragón....

-Pero el proyecto común se puede abarcar desde una u otra forma según la ideología, y ustedes tienen a priori ideologías muy distintas y diferencias de criterio.

-Bueno, hay ideologías, pero tenemos un documento de 132 medidas firmado por todos. ¿Que alguien no quiere terminar las obras en el Pacto del Agua? A ver cómo lo explica en el territorio. Sobre las pistas de esquí, digo yo que habrá que modernizarlas porque donde hay valles con pistas de esquí se generan otras economías como la agricultura de alta montaña, el turismo de casas rurales, el de aventura o naturaleza. Esto no se puede bloquear. Ya en la anterior legislatura los dos socios tenían diferencias y no pasó absolutamente nada. No se va a bloquear nada. Me da la impresión de que va a ser una legislatura tranquila. En Aragón tenemos muchos problemas y cuidado con lo que hacemos. Que el Gobierno funcione para una amplia mayoría de aragoneses y se sienta cómoda esa mayoría.

-Presumen de que es un pacto innovador. ¿Cree que será fácil ponerlo en práctica?

-Recuerdo la innovación cuando en 1999 pactamos el PSOE, el PAR e IU y gobernamos 12 años...

-Sí, e IU abandonó pronto el Gobierno por la concertada...

-Bueno, pero no torpedeó y fue leal. Cuando no estuvo de acuerdo con algunas cosas se marchó y trabajó lealmente en la oposición. A veces, en un consejo de administración de empresas hay socios con intereses diferentes y no se colapsa la empresa.

-El presidente y varios consejeros consideran que la oposición va a «torpedear» este pacto. ¿Piensa usted lo mismo?

-Hay acuerdos firmados con la oposición en otras legislaturas. El Pacto por la infancia, las bases por la Educación, la ley de discapacidad... En la pasada legislatura no hicimos oposición destructiva y apoyamos cuando creíamos que era bueno para Aragón, como la modificación de acuerdos para la concertada o las modificaciones fiscales. Yo creo que la oposición quiere llegar a acuerdos con el Gobierno.

-Ahora que gobiernan con CHA, impensable hace unos años, y ya que ninguno de los dos se presentó a las generales, se podría tomar el viejo proyecto de una candidatura aragonesista única?

-Es algo que se debe someter a los órganos del partido y yo no puedo pronunciarme. Tenemos una relación muy cordial y ya hubo intentos en el pasado, pero es muy prematuro plantearlo.

-¿Y en solitario?

-Hay muchos factores que estudiar en los órganos pertinentes. Recuerde las 17 horas de profunda reflexión que vivimos cuando tomamos la decisión de no concurrir a las generales. Se ha visto que fue la decisión correcta.

-Dice el PSOE que siempre ha tratado mejor al PAR que el PP. ¿Está de acuerdo?

-El balance con el PP también ha sido positivo, como aquellas enmiendas que conseguimos aprobar en los presupuestos. Otra cuestión es la situación concreta que se producen en las elecciones generales y unas autonómicas seguidas. No había mensaje diferenciador y para no perder la identidad centramos nuestros esfuerzos en las autonómicas y municipales. El PAR aporta un plus de estabilidad gracias a nuestra implantación territorial.

-En el PP le acusan de traicionar al PAR

-Yo he hecho lo que tenía que hacer. Otro pacto era de más riesgo para el PAR. Mire lo que ha pasado en el Ayuntamiento de Huesca, o las cosas que hace Vox y que a mí no me gustan nada. Nuestra identidad podría correr peligro. Y además en el PAR mucha gente estaba por la idea de explorar el acuerdo con el PSOE. En todo caso, mis relaciones con el señor Beamonte, al igual que con el señor Pérez Calvo de Cs son cordiales, aunque en la escena política se visibilicen esas discrepancias.