El director general del Real Zaragoza, Jerónimo Suárez, aseguró ayer que el club no está negociando "con ningún municipio" la cesión de suelo para la construcción de un nuevo campo de fútbol para el equipo. Suárez se mostró así de contundente tras hacerse público que el consistorio de Alfajarín ha ofrecido suelo para levantar una nueva Romareda, que según el directivo se suma a otras propuestas de localidades del entorno metropolitano de la capital.

"Es una acto de ofrecimiento que agradecemos, pero nuestra primera prioridad es llegar al mejor acuerdo posible con el Ayuntamiento de Zaragoza porque el club siempre ha estado radicado en la ciudad", sentenció Jerónimo Suárez.

El directivo señaló que la construcción de un campo de fútbol es una oportunidad única, "un tren que pasa cada 50 años", pero dejó muy claro que el proyecto debe cumplir dos premisas básicas para disponer del apoyo del club: "Debe garantizar que si se construye en la ubicación actual haya como mínimo 30.000 asientos durante las obras. La nueva ubicación también debe generar recursos atípicos para el Zaragoza para que el club siga creciendo y no se vea condenado a vender a sus jugadores".

Jerónimo Suárez hizo hincapié en que se deben garantizar ambos condicionantes porque, dijo, "no puede pasar como el Málaga, que lleva casi cuatro años de obras".

Por otra parte, la Dirección General de Interior del Gobierno aragonés ha emitido un informe preceptivo, aunque no vinculante, en el que rechaza la reconstrucción del estadio de fútbol en su actual ubicación por la acumulación de servicios de Protección Civil, dado que limitaría la accesibilidad a los hospitales y el tiempo de respuesta al personal de emergencias. A su juicio, el campo de fútbol y el aparcamiento subterráneo previsto, con un mínimo de 800 plazas, atraerá aún más circulación al entorno.