El arzobispo de Zaragoza, Elías Yanes, considera que "ninguna ideología ni legislación puede suprimir del espíritu humano la certeza de que el matrimonio en realidad existe únicamente entre dos personas de sexo opuesto", al tiempo que señala que la conducta homosexual "no está justificada moralmente".

Yanes, expresidente de la Conferencia Episcopal Española, destaca en la última publicación de la Diócesis de Zaragoza, que se distribuirá hoy, que el matrimonio y las uniones homosexuales son "dos realidades esencialmente diversas desde el punto de vista antropológico y ético". En una carta abierta dirigida a sus feligreses en su habitual editorial La voz del Prelado , señala que si bien la inclinación de la persona homosexual "no es éticamente reprobable" y para muchos constituye "una auténtica prueba", "la conducta homosexual no puede ser aceptada desde el punto de vista ético".

Según recuerda, la tradición cristiana "ha percibido siempre de manera inequívoca" que el comportamiento homosexual "contradice la verdad del hombre".

"Con independencia de la orientación sexual o de la conducta sexual de cada uno, toda persona tiene una dignidad por ser persona, creada a imagen y semejanza de Dios y los homosexuales tienen los mismos derechos que todos los demás" y deben "ser acogidos con respeto", agrega el arzobispo.

Pero la trascendencia del amor conyugal entre el varón y la mujer en el matrimonio, "su carácter procreador y definitivo", es lo que le confiere una dimensión social y, por tanto, institucional y jurídica, a la vez que "engendrando y educando a sus hijos, contribuye de manera insustituible al crecimiento y estabilidad de la sociedad" y por eso "le es debido el reconocimiento y el apoyo legal del Estado".

En cambio, "a la convivencia de homosexuales, que no puede tener nunca esas características, no se le puede reconocer una dimensión social semejante a la del matrimonio y a la de la familia", según el arzobispo, que asegura que "esto no es discriminación injusta; es ser fieles a la verdad".