El nuevo contrato permitirá culminar el proceso de sustitución de las farolas que utilizan vapor de mercurio para iluminar las calles. Se trata de una lámpara que da el peor rendimiento en cuanto a la intensidad de luz que ofrece por vatio. Al parecer, según explicaron fuentes municipales, proyecta la luz en todas las direcciones y, además, el cristal absorbe la mitad de esa intensidad, de manera que no resulta eficiente. En realidad solo quedan 84 puntos de luz con estas características en Zaragoza y se espera que el nuevo contrato permita sustituirlos por otros que sean más efectivos. De hecho, el modelo más extendido ahora es el de vapor de sodio de alta presión, presente en el 90% de la red de alumbrado.