La nueva jueza española en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) de Estrasburgo, la profesora de la Universidad de Zaragoza María Elósegui, cree que las garantías procesales y el estado de derecho «muy consolidado» que rige en los países europeos contribuye a que el nivel de defensa de estos derechos sea «de lujo» en el continente.

Anteayer, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (APCE) eligió a María Elósegui Itxaso (San Sebastián, 1957) como nueva jueza española en este tribunal, nombramiento que recibe, explicó a Efe, con una «gran alegría», pero también como «una oportunidad» de llevar a la práctica muchas de las cosas en las que ha estado trabajando durante años en su vida académica sobre derechos humanos.

La única mujer en la terna que propuso España al Consejo de Europa, siente que ha roto un techo de cristal (es la primera mujer elegida por España), pero al tiempo advierte de que los pronósticos que se hicieron «una visión reducida» de lo que ocurre en las instancias internacionales, donde Elósegui es bien conocida.

La catedrática de Filosofía del Derecho hace valer su imparcialidad, en tanto en cuanto ser neutral y tener una independencia «muy clara» es una de las condiciones más importantes para ser elegido, algo que estima que fue esencial en la votación en la que obtuvo el apoyo de 114 diputados, frente a los 76 votos de José Martín y Pérez de Nanclares y los 37 de Francisco Pérez de los Cobos.

«No he hecho intrigas, sino poner en valor mi currículum y mi trayectoria de compromiso con los derechos humanos», apunta Elósegui, quien añade que su perfil, aunque podría no servir para otras cosas, sí que es «muy adecuado» para este ámbito internacional de derechos humanos, puesto que se ha dedicado intensamente durante su carrera a asuntos relacionados con la igualdad, la inmigración, las mujeres, el racismo, o la libertad religiosa y de pensamiento.

Esta trayectoria le lleva a asegurar que la propia existencia de este tribunal de Justicia de la UE demuestra la «gran cultura» en derechos humanos que tiene la Unión.

El Tribunal de Estrasburgo lo componen un número de jueces igual al de los países que forman parte del Consejo de Europa (47 en total), elegidos por la Asamblea Interpalamentaria durante un periodo de nueve años no renovables de entre la terna propuesta por cada Estada .

JURISTAS

Además, Elósegui explica que hay más de 600 juristas que trabajan en el tribunal, personas «muy profesionales, independientes e imparciales». Aunque pueda parecer que Europa se enfrenta a «grandes retos» en derechos humanos, para Elósegui hay grandes diferencias en función de los países de los que se hable.

Y, de esta manera, los problemas que se plantean, por ejemplo, en los países que son «grandes receptores de inmigrantes», como Alemania y Francia, no tienen que ver con los de los países del Este, en los que los incumplimientos tienen más que ver con la falta de libertad de expresión o con el maltrato de los gobiernos hacia la oposición política.

Hasta el Tribunal de Estrasburgo también llegan muchas cuestiones relacionadas con minorías étnicas surgidas de los cambios de fronteras tras la Segunda Guerra Mundial. De España, aunque algunos organismos han denunciado determinadas violaciones de los derechos humanos, el Tribunal de Estrasburgo no recibe demasiados asuntos.