El trasvase del Ebro siempre está ahí. Es asunto recurrente. Y más en campaña electoral. Ora una herramienta de ataque cuando se ve necesaria ora una bandera que blandir, a veces a favor y otras a la contra. En resumen, un fantasma que va y viene desde hace tantos años que los aragoneses ya apenas se inmutan cada vez que cobra protagonismo.

Lo curioso es que este jueves ha vuelto a aparecer, sí, pero con otra camiseta. Es decir, casi siempre sale de las sombras de la mano del Partido Popular nacional --en Aragón la postura es bien distinta-- en forma de promesas electorales esparcidas por todo el levante español (José María Aznar, por ejemplo, era un experto en eso de moverse botijo en mano por Murcia y la Comunidad Valenciana); pero esta vez ha abandonado su escondrijo invocado también por el PP, pero para ¡endosárselo al PSOE! y así tratar de desacreditar a los socialistas a ojos de los aragoneses pocas horas antes de ir a las urnas, a cuenta de la supuesta ocultación de una trasvase del Ebro en Cantabria.

"Hoy, que lo sepan todos los aragoneses nos hemos despertado con un trasvase", ha dicho por ejemplo el cabeza de lista del PP al Congreso por Zaragoza, Eloy Suárez, a primera hora en La Rebotica, de la Cadena SER en Aragón, al parecer basándose en una información publicada por una página web que se edita en Aragón.

La clave de la polvareda radica en el suministro de boca de la ciudad de Santander, en palabras del secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, en "simplemente un asunto de solidaridad puro y duro". "Estamos hablando de echar mano de un procedimiento en situaciones muy limitadas y siempre para suplir casos de necesidad de abastecimiento", ha dicho Morán a este diario. "Es uno más de los sistemas de abastecimiento urbano con que cuentan la mayoría de demarcaciones hidrográficas", ha añadido.

Según el relato del secretario de Estado, el año pasado la capital cántabra, debido a una importante sequía, activó un procedimiento recogido en el Plan Hidrológico Nacional vigente para solicitar agua para abastecimiento humano. Esta actuación está recogida desde hace años (y ha sido utilizada en otras ocasiones por gobiernos y administraciones de distintos colores tanto en Madrid como en Cantabria y Santander) en el llamado bitrasvase, por el cual Cantabria toma agua del Ebro en situaciones de emergencia y la devuelve cuando tiene excendentes. Curiosamente, en plena tramitación del expediente señalado, llovió lo suficiente como para paralizar todo el proceso.

Después de un invierno muy seco en esa zona de España, el Gobierno de Pedro Sánchez puso hace unas semanas en marcha otro procedimiento similar en previsión de que de nuevo Santander pudiera tener problemas de suministro. Por los mismos motivos en forma de lluvia se paralizó el 25 de marzo. "Hablamos de mecanismos de actuación inmediata por necesidad real de suministro. Querer convertir eso en un arma arrojadiza me parece descabellado", ha dicho el secretario de Estado respecto a las críticas vertidas en Aragón contra la actuación del Ejecutivo de Sánchez.

En el caso de Suárez, el más incisivo en la censura, es evidente que el Gobierno del PSOE está haciendo un trasvase "de tapadillo", "fraccionando" el procedimiento para no tener que dar explicaciones en la Diputación Permanente del Congreso "y no tener así que aprobar" la ley que se requiere en España para trasvases de cuenca superiores a 5 hectómetros cúbicos. Las trasferencias planteadas por el Ejecutivo de Sánchez eran de 4,99 hectómetros cúbicos. Según fuentes del ministerio, se trata de la cantidad que puede aprobar el Consejo de Ministros por la vía más rápida y con menos burocracia.

El PP no ha sido el único que se ha lanzado al ataque. También Daniel Pérez Calvo, flamante fichaje de Ciudadanos para tratar de alcanzar la presidencia de Aragón en las autonómicas, o Víctor Serrano Entío, abogado que en su momento no sabía nada pero terminó integrando la lista de los naranjas para el Ayuntamiento de Zaragoza, también han difundido a través de Twitter su indignación, aunque vestida de fina ironía: "Con amigos como Sánchez en Madrid, es obvio que Lambán no necesita enemigos en Zaragoza", ha escrito Pérez Calvo en su cuenta oficial de la red social.

Descde el Pignatelli, el Gobierno de Javier Lambán ha dejado claro que rechaza cualquier trasvase, "venga de donde venga". Y en el PSOE aragonés, en plena campaña, reconocen que la palabra trasvase ha caído como una losa, y dentro del estupor generalizado ("¡los trasvasistas por naturaleza acusándonos a nosotros!" "¡los pájaros disparando a las escopetas!"), han preferido que fuera el ministerio el que asumiera las explicaciones. "A ver cómo argumenta el PP que no está a favor de que se ceda agua a una ciudad cuando está a punto de quedarse sin suministro para el consumo humano. No estamos ante un nuevo trasvase, sino ante un protocolo de gestión de un sistema que existe y que se ha utilizado en condiciones de absoluta normalidad cada vez que ha sido necesario", ha sentenciado Hugo Morán.