El embajador de España en Alemania, Pablo García-Berdoy, ha llegado hoy a Zaragoza para informar a empresarios aragoneses sobre las oportunidades de negocio que hay en este país europeo, donde la presencia española no ha hecho más que crecer en los últimos 20 años.

Así, el representante diplomático español en Berlín ha destacado en declaraciones a los medios de comunicación que se trata de un mercado interior "prácticamente abierto" y de un país que va "especialmente bien".

Además, ha afirmado que ha venido a Aragón también a pulsar la opinión de los empresarios locales y ponerse a su disposición.

En este sentido, no ha nombrado sectores en los que sea más fácil penetrar en el mercado alemán, sino que ha invitado al sector empresarial aragonés a ver dónde son "más competitivos" y dónde son capaces de "aportar más valor". "Es un camino que se hace al andar", ha agregado.

García-Berdoy ha apuntado también que España está "muy presente en una economía que es, con diferencia, la mayor economía de Europa" y que, precisamente, la primera empresa de telefonía, la primera empresa de construcción y uno de los primeros "cinco o seis" bancos son españoles.

Grandes empresas que, a su juicio, acaban arrastrando a pequeñas y medianas, como las que componen la mayor parte del tejido productivo aragonés.

En cuanto a las políticas fiscales o las ayudas públicas o privadas, el embajador ha señalado que son "muy variables", pero que lo importante es que el modelo de negocio sea capaz de competir en el mercado alemán.

Por otro lado, ha indicado que en los últimos años de crisis económica lo que más se han incrementado son las exportaciones a Alemania, por encima de la inversión, y ha considerado "absolutamente prioritario" mantener este sector exportador, porque "ahora que empieza a tirar el consumo interior" España va a crecer, pero a "tasas europeas, moderadas".

En lo relativo a los trabajadores, el diplomático ha dicho que en la actualidad hay 260.000 ciudadanos españoles en Alemania, la gran mayoría emigrantes de hace décadas, mientras que el resto va llegando en diferentes flujos migratorios y aún suponen un número significativamente menor al de italianos, griegos o portugueses.

A estos jóvenes que se marchan a Alemania con la esperanza de encontrar mejores oportunidades laborales les ha recomendado que vayan "no con una promesa de trabajo, sino con un trabajo" y con condiciones "respaldadas por la realidad".

En este sentido, García-Berdoy ha asegurado que desde la Embajada han intervenido para controlar que las autoridades alemanas cumplan con sus obligaciones, si bien ha matizado que "son pocos los casos en los que ha habido problemas".

"Saber dónde va uno, saber el idioma y, a partir de ahí, empezar a trabajar sobre la base de ofertas reales", ha recomendado.