La escasa lluvia caída en los últimos meses en Cantabria ha dejado el embalse del Ebro a su nivel más bajo en cinco años a mediados del invierno, una situación que todavía no se considera problemática y que se confía paliar con la nieve acumulada y la esperanza de que los próximos meses traigan agua.

Este embalse, situado en su mayor parte en el sur de la región, en la cabecera del Ebro, acumula actualmente algo más de 214,6 hectómetros cúbicos, un 39,7 por ciento de su capacidad total, que está en los casi 540,6.

Este volumen es algo superior al de hace un mes gracias a las intensas lluvias y la nieve caídas en la segunda semana de enero, pero está todavía lejos del que tenía hace un año y de la media del último lustro a principios de febrero, que es de 341 hectómetros cúbicos.

Esta situación, según ha explicado a Efe el alcalde de uno de los municipios junto a este pantano, Las Rozas de Valdearroyo, Raúl Calderón, es la habitual del embalse al final del verano, cuando se desembalsa el agua para zonas del interior de España, pero lo "peculiar" es que su nivel sea tan bajo en febrero.

Sobre todo, ha añadido, si se compara con 2014 cuando a principios de febrero estaba a más del 85 por ciento de su capacidad después de una fuertes invernadas. "Mis recuerdos de verlo bajo son a la finalización del verano, pero como ahora no lo recuerdo en los últimos 10 ó 12 años", ha resumido el regidor.

Una imagen que ilustra este bajo nivel es la de la iglesia de Villanueva de Las Rozas, que tiene habitualmente sumergida su base unos cuatro metros bajo el agua y a la que hoy se puede llegar caminando sobre el lecho del embalse.

Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Ebro asegura a EFE que, aunque este pantano se encuentra "más bajo" de lo que es habitual para estas fechas, su situación no se valora como "problemática por el momento".

Su estado "se ha salvado", según la Confederación, sobre todo porque el pasado año hidrológico acabó "bien", lo que ha permitido mantener el embalse en un estado que se considera "regular", pese a las escasas precipitaciones de los últimos meses en el sur de Cantabria.

El alcalde de Las Rozas ha precisado que el "principal" problema es la escasa lluvia caída durante el verano, que ha provocado incluso problemas puntuales de abastecimiento en algunos pueblos de la zona, mientras que las lluvias y la nieve de enero han aportado "muy poquito" al embalse.

Según la Agencia Estatal de Meteorología, Cantabria registró un pasado otoño seco, una situación que no ha mejorado con la llegada del invierno, que ha tenido una entrada en la región marcada por la ausencia de lluvias, aunque la borrasca que afecta estos días al norte de España ya ha empezado a dejar precipitaciones.

En el sur de la región, estas precipitaciones se están concentrando en los picos, sobre todo en el Alto Campoo donde todavía se acumula la nieve caída con la primera nevada de enero, lo que mantiene una reserva de agua estimada en la cuenca hasta el embalse por encima de la media de los últimos cinco años.

Esto hace que los técnicos de la Confederación Hidrográfica sean "optimistas" y apunten que la situación se puede recuperar si llegan las precipitaciones, en un momento en el que no existe ningún gasto extra de agua, lo que sí ocurre en verano cuando se envía a otras zonas de España.

Con la llegada de estas lluvias se confía en que mejore el volumen de agua embalsada y, aunque no se llene y pueda quedar por debajo de la media de los últimos años, el embalse sí alcance volúmenes "óptimos".

De todos modos, desde la Confederación Hidrográfica del Ebro se ha subrayado que se trata de un embalse muy grande en una cuenca muy pequeña, situado muy cerca del nacimiento de este río, lo que hace que su "ciclo de vida" sea plurianual y "más lento" que otros que necesitan llenarse incluso más de una vez cada año.

Tiene además una respuesta "muy clara" a las fluctuaciones de las lluvias, lo que se refleja en su situación actual fruto de un largo periodo seco, aunque las perspectivas son de mejora gracias a la mayor reserva de nieve acumulada este año, se ha incidido desde la Confederación.