El nivel de lindano va descendiendo, gracias a masivos desembalses en las presas del Pirineo, pero todavía quedan restos superiores al máximo permitido en lugares como el pantano de la Peña. De hecho, cinco pueblos ribereños del Gállego llevan ya más de tres semanas sin poder beber agua del grifo, si bien el consejero de Sanidad del Gobierno de Aragón, Ricardo Oliván, manifestó ayer que en breves fechas se levantará la prohibición.

Con todo, habrá que esperar a que el contenido de pesticidas se disuelva todavía más, pues según los últimos datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) en La Peña el nivel de alfalindano es de 0,12, cuando el tope legal está en 0,1. Se trata, no obstante, de una buena noticia, pues en la anterior medición el valor resultante fue de 0,61.

"Se registra una tendencia a la baja en el embalse", señalaron ayer en la CHE, y recordaron que se trata de un agua que no es tratada y que nunca es apta para el consumo humano, dado que no ha entrado todavía en los canales de abastecimiento.

Además, indicaron que en Anzánigo, aguas arriba, se ha registrado una subida del lindano (0,06 microgramos por litro frente a los 0,02 de la anterior muestra), un dato que sin embargo se encuentra por debajo del máximo autorizado. Asimismo, según otras fuentes, cabe destacar que en Marracos también se ha registrado un valor apto para el consumo.

Por otro lado, el consejero de Sanidad del Gobierno aragonés, Ricardo Oliván, confió ayer en que el agua del río Gállego sea calificada como apta para el consumo en unas "pocas fechas" en las localidades todavía afectadas por la prohibición.

Oliván explicó que los últimos análisis realizados permitieron el martes declarar apta para el consumo el agua suministrada a Villanueva de Gállego, pero no a las otras cinco poblaciones afectadas.

Por esta razón, el consejero señaló que los filtros recién colocados en esos pueblos "o no son suficientes o no han tenido tiempo suficiente todavía para activarse".