El agua almacenada en los embalses de la cuenca del Ebro se encuentra en estos momentos por encima de los 7.060 hectómetros cúbicos, lo que supone el 92,4% de su capacidad, según informó la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). Su volumen hídrico aumentó en 0,4 puntos la pasada semana y sitúa en una posición excelente las aguas de este cauce, 10 puntos por encima de la media de los últimos años.

Esa situación garantiza un año tranquilo no solo para los riegos sino para usos hidroeléctricos y otros abastecimientos. La energía hidroeléctrica potencial ahora es 3.905 GWh, un 91% de la capacidad máxima de la cuenca. En la misma semana del año 2019, la situación era de 6.146 hectómetros cúbicos, el 80,5% del total. Es decir, los embalses superan casi en 14 puntos la cantidad de agua acumulada en la misma semana de 2019.

El promedio de los últimos cinco años, entre el 2015 y el 2019, para esta misma semana fue de 6.241 hectómetros cúbicos. En la actualidad se supera la reserva promedio del último lustro y se está por encima de la cifra del 2019 y del mínimo, que se produjo en el 2017 con 5.805 hectómetros cúbicos, el 76% de la capacidad total.

Todo esto es consecuencia de la primavera tan húmeda que ha habido en el cuadrante noreste de la península, que se ha reflejado sobre todo en la margen derecha del Ebro, que suele sufrir un poco más que la izquierda en este aspecto al no contar con factores tan importantes como la nieve o el deshielo. Incluso embalses que suelen ser deficitarios como Jalón, Guadalope, Huerva o Martín se encuentran en una muy buena situación. O Moneva, que ha sobrepasado el 74% hasta llegar a un volumen que no tenía desde hace 15 años.

Para la margen derecha del río Ebro, la actual reserva es de 520 hectómetros cúbicos, lo que supone el 82% de su capacidad. Hace un año, la situación de esta zona era de 454 hectómetros cúbicos (el 72%), mientras que el promedio de los últimos cinco años se sitúa en 398 hectómetros cúbicos, el 63% del total.