Quién va a sospechar del tiempo que tarda una mujer embarazada en salir de un baño al que ha pedido acceder con urgencia. Una situación que una joven de 33 años había convertido en un modus operandi para robar en almacenes de establecimientos hosteleros de la zona centro de Zaragoza. Tras conseguir sustraer diferentes objetos y enseres personales en 14 negocios, el Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón pudo localizarla y detenerla.

Era un objetivo de los investigadores porque, según pudo saber EL PERIÓDICO, llevaba desde noviembre del 2020 actuando siempre en la misma zona y nunca repetía negocio. Se fijaba siempre en bares o restaurantes con gran trasiego de personas y que pertenecen a firmas comerciales conocidas donde la rotación de empleados es mayor. De ahí que fueron víctimas trabajadores del McDonalds, Rodilla, Taco Bell o de la Chocolatería Valor, entre otros. En ellos entró y robó en las trastiendas tras pedir permiso para ir al baño, mientras se señalaba el abdomen propio de una embarazada de seis meses.

En la mayoría de los casos los efectos sustraídos no superaban los 400 euros, lo que podría haberle implicado que se le imputara un delito leve, si bien cuatro de ellos lo superaban con creces. Cuando la Policía Nacional procedió a su detención y a la entrada y registro de la habitación de un hostal situado en la calle Ávila, donde dormía junto a su pareja, los agentes hallaron un anillo de oro en forma de serpiente que una empleada de McDonalds había denunciado su robo. Eso, añadido a que en las cámaras de vigilancia siempre aparecía ella con su característico tatuaje en la cara, hizo que los agentes no tuvieran duda alguna de que era T. M. G., de origen español y con antecedentes como estafa, robos con fuerza y también con violencia, era la autora.

Ayer pasó ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Zaragoza que acordó la prisión provisional por sus antecedentes y por el riesgo de fuga al no tener domicilio conocido.