--¿Es un libro para leer en el camino o para evitarse el camino?

--No tanto... El camino solo se evita caminándolo y percibiendo lo que emana.

--Es que me da mucha pereza. Pero no me da pereza leer su libro.

--Es un diario que está centrado más en las percepciones personales que provoca, que en la narración del propio camino. Pero también contiene descripciones y sus anécdotas.

--¿Por qué hizo este trayecto?

--Reúne dos cosas de las que más me gusta hacer en esta vida: escribir y caminar. Se inscribe en lo que llama actividades autotélicas, que significa actividades satisfactorias que se bastan a sí mismas y no buscan ninguna recompensa material.

--Su libro se inscribe en esa tendencia suya del pensamiento poético.

--Efectivamente, he tratado de cazar los instantes y situarme en la inminencia de lo extraordinario dentro de lo ordinario. Expresado con intensidad, con síntesis y tratando de mostrar lo que subyace más allá de lo visible.

--Hay muchas citas...

--Sí, nada menos que 210 de 132 autores. Las he contado. Y la mayoría de poetas y filósofos. Algunas de ellas me venían en el propio camino y otras a la hora de escribir el libro.

--¿El libro se acabó cuando remató el camino?

--Indudablemente, no. El libro no se acabó porque el camino tampoco se acaba cuando llegas al destino. La redacción la hice al regreso; las notas que tomaba eran muy escuetas.

--¿El camino es un evento ruidoso más que una viaje interior?

--Para mí, es un camino para desandar el ruido hacia el silencio. Caminando se coge el ritmo de la naturaleza, y cuando llegas a Santiago te topas con aquello de lo que venías huyendo...

--¿Por?

--Porque hay un contraste impresionante entre las humildes ermitas, cementerios y cruceros, del camino y la ostentación eclesiástica de Santiago de Compostela; entre la intimidad alcanzada y la masificación turística; entre el despojamiento logrado y la glorificación del consumo de esa ciudad.

--¿Qué le movió a lanzarse al camino solo?

--Tenía previsto hacerlo con mi hijo, pero acabó la carrera y consiguió trabajo... Y gracias a eso se ha hecho el libro, que hubiera sido menos contemplativo y más dialogado.

--¿Va a seguir caminando?

--Por supuesto; no ceso de caminar. Porque además me impulsa la creación literaria. Tengo varios proyectos, porque hay varios caminos, entre ellos el Sanabrés.