Emma Buj lleva al frente de la alcaldía de Teruel, por el PP, desde febrero del 2016. Sustituyó en el cargo a Manuel Blasco cuando este fue elegido para el Congreso de los Diputados. Con anterioridad ha desempeñado distintas concejalías en el consistorio, cargos que ha alternado con el de diputada provincial.

Esta legislatura su principal objetivo es la conversión del antiguo asilo de San Julián en conservatorio de música y centro social del barrio homónimo. La obra, con un presupuesto de ocho millones, avanza ante la mirada atenta de todos los turolenses, pues se encuentra justo debajo de los viaductos que comunican el Casco Histórico con el Ensanche. «Este edificio servirá para impulsar el barrio de San Julián y para redistribuir los servicios y el comercio dentro de Teruel», subraya Buj, que está convencida de que la nueva construcción es una buena forma de «hacer ciudad». Estos días Teruel celebra sus Fiestas del Ángel.

—¿Qué destacaría de las fiestas de la Vaquilla de este año?

—Lo que más destacaría de la Vaquilla es que es una fiesta que cada año se dirige más a todos los públicos. Puede parecer que es solo para la gente más joven y de hecho la mayoría de los visitantes son muy jóvenes. Pero las actividades son para los más pequeños, los no tan jóvenes y los mayores. La Vaquilla son el Campanico, el pañuelico, los toros ensogados y 20 peñas con sus conciertos y locales abiertos al público, algo excepcional en España. Alguna vez ha salido la Vaquilla como una de las mejores fiestas de todo el país y a mí no me cabe ninguna duda de que lo es.

—¿Podría hacer un balance de los tres años que lleva al frente del ayuntamiento? Su objetivo al asumir el cargo era crear empleo.

—Hay muchas cosas buenas. En cuanto al empleo, lo cierto es que hay más personas con trabajo. De hecho, en Teruel el paro ha bajado considerablemente estos años debido a que la economía española va bien. Pero también el ayuntamiento está haciendo todo lo posible por atraer empresas y hemos podido ver cómo se inauguraba la nueva planta de Ronal, y había una serie de ampliaciones, al tiempo que las pequeñas empresas y los autónomos empezaban a generar más economía. Y eso es una satisfacción.

—¿Y cómo ha ido para el turismo?

—También el año pasado, el de los 800 años de la leyenda, batimos el récord de turistas en el Mausoleo de los Amantes y eso no es una casualidad. El punto más álgido fue el 2008, coincidiendo con la Expo de Zaragoza. De forma que el turismo está sirviendo para generar empleo y hemos visto cómo se han remodelado hoteles históricos y se han abierto establecimientos y apartamentos turísticos. Y en los próximos meses se abrirán nuevos hoteles en la ciudad.

—Otro de los puntos clave de su programa es la renovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). ¿Cómo van las cosas?

—No tan ágiles como a mí me gustaría, pero ya están trabajando. Hay que decir que el ayuntamiento, este equipo, no se plantea solo la renovación del PGOU, sino que hemos detectado que entre Infraestructuras y la antigua Gerencia de Urbanismo, el hecho de tener un organismo autónomo independiente muchas veces estaba generando una duplicidad de trabajo y conflictos con el ayuntamiento. Por eso, la Gerencia de Urbanismo fue extinguida y el servicio se incorporó al Ayuntamiento de Teruel. Hemos creado un Área de Urbanismo, Infraestructuras y Vivienda que permite una mayor coordinación. Y con este equipo se ha puesto en marcha la oficina del plan general, se ha ganado en agilidad. Ahora hay un director del plan general y se está con la selección de más profesionales. Doy por hecho que a un año de las elecciones, con un equipo que gobierna en minoría, va a ser muy difícil sacar un avance del plan general porque intuyo, aunque me gustaría equivocarme, que va a ser objeto de polémica. Pero seguiremos trabajando para dejar lo más avanzado posible el plan general, en la parte más técnica, para que la posición de salida sea lo más avanzada posible.

—¿Cómo va la obra del asilo de San Julián?

—No hay más que pasar por las obras y verlo. Es un edificio que se compró en el año 2000 por parte del Ayuntamiento de Teruel y desde entonces estaba parado. En el 2005, el Conservatorio de Música tuvo que cerrar su sede y se les dijo que se trasladaría al edificio de San Julián. Es un proyecto que llevaba unos 15 años atascado y hoy está en obras. Los trabajos avanzan a buen ritmo, con un pequeño modificado del proyecto que no los ralentizan. Ahora está muy adelantado y es una realidad. Ya están levantados los muros y en breve se levantará la cubierta exterior.

—¿Y el Museo de la Guerra Civil?

—Recientemente, el Gobierno de Aragón ha anunciado que va a realizar un museo sobre la guerra civil en Teruel. Este ayuntamiento ha sido la primera institución que ha tomado alguna iniciativa, porque se ha hablado durante mucho tiempo pero no se ha hecho nada. Hicimos un recorrido por las trincheras y puntos defensivos, que coinciden con los diez barrios pedáneos, que así se incorporan a las rutas turísticas. Quisimos hacerlo en colaboración con el Gobierno de Aragón, pero este desde el primer momento ha querido actuar en solitario. A mí me hubiera gustado que fuera el museo de todos y no un museo hecho unilateralmente. Planteamos un concurso de ideas que la DGA no quiso tener en cuenta.

—¿Qué actuaciones se han realizado en el Casco Histórico?

—Abrimos la muralla al público con el Torreón del Agua, que ahora es visitable. Y este lunes sacamos a licitación la restauración de otra parte de la muralla para que lo que está a la vista sea completamente visitable. Esto incorpora más recursos turísticos a la ciudad, que es importante, pues se trata de que los que vienen pasen más tiempo aquí. El objetivo es que se pueda visitar toda la muralla. Y se ha modificado urbanísticamente todo el entorno para que en el futuro la muralla quede totalmente liberada.

—¿En qué estado se encuentran las cuentas del ayuntamiento?

—Afortunadamente, en este momento tenemos un ayuntamiento saneado. Puede parecer menor, pero es importante para un consistorio al que llegaron a cortar la luz y solo teníamos dinero prácticamente para pagar las nóminas y poco más. Fueron unos años muy duros en los que hubo que hacer mucha gestión interna, una labor ingrata que supuso pedir esfuerzos a los turolenses, a las asociaciones. Pero gracias a ello el ayuntamiento está hoy saneado, pagamos al día y podemos invertir. Además, hemos obtenido del plan Edusi 10 millones de euros, de los que cinco los pone el ayuntamiento. Además, estamos trabajando en una nueva piscina climatizada gracias a que las cuentas están saneadas.

—¿Qué balance arroja el aeropuerto de Caudé cuando se cumplen los cinco años de su inauguración?

—Es una fuente fundamental de creación de empleo y de riqueza. Está siendo muy importante, pues ya trabajan unas 200 personas, de Teruel y otros municipios, al margen del empleo indirecto. Además todo apunta a que los años que vienen van a ser decisivos porque el sector aeronáutico es muy importante. Y el volumen de negocio seguirá ampliándose, así como las instalaciones. Han sido cinco años de crecimiento exponencial.

—¿Le resulta muy difícil gobernar en minoría?

—El PP ofreció delegaciones al resto de partidos, pero solo el PAR las aceptó, entre ellas Servicios Sociales. Estos años, tanto el PAR como Ciudadanos nos han apoyado en los presupuestos y un año Ganar Teruel se abstuvo. Por eso diría que no nos está resultando difícil gobernar en minoría porque somos un equipo de gobierno abierto a todas las propuestas, hasta el punto de que lo normal es que todos los puntos del orden del día salgan por unanimidad en los plenos, con la excepción de algunas abstenciones. En las mociones hay discrepancias pero no en la vida interna. Supongo que a medida que se acercan las elecciones los grupos de la oposición están casi en modo de campaña electoral.

—¿En qué medida se notan los fondos del Fite?

—En la ciudad de Teruel, gracias al Fite, está Dinópolis, que está barajando ahora una ampliación, y el aeropuerto, que también se va a ampliar. Incluso el Mausoleo, que necesita mejoras y ampliaciones, también el Fite tiene que apoyarlo, al igual que la restauración de la torre de la catedral y el asilo de San Julián. Creo que se está utilizando muy bien, para proyectos que generan economía y actuaciones que atraen al turismo.

—¿Está en peligro la modernización de la línea Cantábrico-Mediterráneo?

—Todo Teruel está a favor de ese proyecto. Todo el mundo está empujando para que sea una realidad y ahora mismo están comprometidos más de 300 millones de euros y se han realizado inversiones que han supuesto pasar de tres a 30 convoyes de mercancías a la semana. Por tanto la línea de ferrocarril entre Valencia y Zaragoza está saliendo de la uci y espero que esas inversiones no se paren. Pero hay que pensar en el futuro y la planificación europea de la que hablamos es la del 2021 y debería estar incluida pues el apoyo europeo es fundamental y me consta que Fomento lo ha solicitado y mantiene reuniones técnicas. A día de hoy, la UE no plantea la inclusión, pero aún no está cerrado el documento y hay que seguir insistiendo. El actual ministro de Fomento, que es valenciano y tiene especial interés, debe seguir trabajando por ello.

—¿Se avanza hacia una solución en el barrio de Pomecia?

—La fase judicial no se ha superado todavía. Fueron absueltos los anteriores alcaldes, pero ha vuelto a haber nuevas denuncias, contra funcionarios y contra mí misma, con lo cual esto no se acaba. Pienso que es un error intentar judicializar este asunto, pero desde luego el Ayuntamiento de Teruel tiene que hacer actuaciones decididas en ese barrio. Es una cuestión complicada. No es un asunto urbanístico, sino social, y por ello el ayuntamiento está trabajando con el Secretariado Gitano para ayudar a las personas que viven en el barrio a encontrar trabajo, para reforzar la escolarización y para salir de allí mediante alquileres

—¿Qué hay de la autovía A-40?

—Lo realista y prioritario ahora en Teruel es el ferrocarril, pero no desechamos la A-40. Se ha visto afectada por la denegación de la declaración de impacto ambiental y la crisis. Y consideramos que hay que invertir en la N-330, con independencia de la autovía, ya que su trazado sería distinto, y estas localidades pierden población por las dificultades de comunicación. Creemos que la A-40 debe seguir planificándose pero para nosotros lo prioritario son el ferrocarril y la N-330.

—¿Se han tomado medidas para evitar que haya problemas de abastecimiento de agua tras la sequía de este invierno?

—Durante el periodo de sequía del pasado invierno, el ayuntamiento encargó sondeos de investigación para buscar puntos donde captar agua en el futuro. La experiencia nos dice que, en caso de sequía extrema, hay que contar con otras fuentes de suministro con independencia de El Arquillo y de los pozos de San Blas.

—¿Está contenta con la forma en que se están llevando las cosas con el hospital?

—Dije hace mucho tiempo que el hospital de Teruel no se licitaría hasta que quedaran pocos meses para las elecciones. Pero será el próximo Gobierno de Aragón que venga quien tendrá que afrontar el pago de más de 100 millones de euros. Por tanto creo que hay una intencionalidad clara del Gobierno de Lambán de no querer asumir ese pago esta legislatura. Se ha demorado inexplicablemente el proyecto que inicialmente se modificaba de forma menor. Ha sido una estrategia deliberada y ya lo predije. Esto permite llegar a las elecciones y que parezca que se ha hecho mucho, pero sin afrontar ningún pago.

—¿Se han resuelto los accesos al hospital?

—No. El Ayuntamiento de Teruel sí que ha hecho una modificación urbanística para facilitar esos accesos pero ahora habría que construirlos. El consistorio redactará el proyecto y después los accesos deberían ser responsabilidad autonómica, como marca la ley. El hospital tiene un plazo de ejecución de 46 meses, más lo que cueste la adjudicación. Los accesos tienen un periodo de 18 meses, por lo que estamos en plazo.

—¿Se presentará a las próximas municipales?

—Aquí se trabaja desde el primer momento hasta el último. Pero si me presentaré o no eso se decidirá en el momento oportuno. No es una decisión que dependa enteramente de mí. Además, en el Partido Popular somos una organización muy ordenada y los candidatos se anunciarán más o menos todos a la vez.