Teruel ha sido golpeada por el coronavirus duramente en términos porcentuales, también sus profesionales sanitarios. Pero, con ambiciosas medidas económicas y sociales, se dispone a emprender la desescalada, para lo que prepara un plan de promoción turística que mostrará una vez más su capacidad de resistencia ante la adversidad. Con todo, pide al Gobierno central fondos extraordinarios y otras ayudas.

-Teruel acaba de anunciar que no habrá fiesta de la Vaquilla. ¿Ha sido una decisión difícil de tomar?

-Se inscribe en el conjunto de medidas tomadas para proteger a la población en general y a nuestros mayores. Se suspendieron actividades deportivas y culturales y desde el principio no ha habido decisiones ni momentos fáciles, sobre todo porque hay personas que están muriendo por la pandemia. De hecho, ahora, con la desescalada, hay muchas más incertidumbres que certezas. En cualquier caso, no van a permitirse concentraciones multitudinarias y la Vaquilla es una fiesta que se vive en la calle con grandes aglomeraciones en espacios muy reducidos. Es inviable una Vaquilla con mascarillas o manteniendo dos metros de distancia entre personas. No había otra solución al margen de suspender la fiesta, ya que tampoco se puede cambiar de fechas porque las fiestas de Teruel son cuando son.

-Aun así es un golpe para la moral de la ciudad, ¿no?

-No voy a llorar por la Vaquilla. Creo que las lágrimas hay que guardarlas para los fallecidos y sus familiares, pero todos los turolenses tenemos el corazón encogido. Nunca se había suspendido la Vaquilla desde la Guerra Civil, pues se retomó en 1942. Además genera mucho sentimiento y que no se vaya a celebrar es doloroso, aunque todo Teruel ha estado de acuerdo. No se puede hacer otra cosa, la salud es lo primero. Es una decisión dolorosa, pero hay que afrontarla.

-¿Se descarta una minivaquilla?

-La Vaquilla es una fiesta con un espíritu propio y, entonces, o es la Vaquilla o no lo es. Se descarta una minivaquilla e incluso actos alternativos. Sí que se va a crear una comisión del ayuntamiento e Interpeñas para que se haga un acto simbólico que no entrañe concentraciones.

-¿Se sabe cuánto dinero dejará de entrar en la ciudad de Teruel?

-Casualmente, este año el Ayuntamiento de Teruel quería hacer un estudio sobre el impacto económico de la Vaquilla. Por lo tanto no podemos valorarlo, si bien en el sector del turismo y la hostelería se van a generar pérdidas importantísimas que no vamos a poder mitigar.

-El consistorio ya ha anunciado que tiene planes alternativos para el presupuesto de las fiestas.

-Así es, por acuerdo unánime de todos los grupos políticos, tanto el presupuesto de las fiestas como del congreso de toros de cuerda, que se ha pospuesto al 2021, se dedicarán a paliar la crisis social y económica generada por el coronavirus. Se ayudará a los que más lo necesitan y al comercio y la industria locales. Se incentivará asimismo el consumo.

-Teruel ha tomado muchas medidas para paliar los efectos de la pandemia, no solo invertir el presupuesto de las fiestas.

-Esa la realidad. A las medidas que he enumerado se suman muchas otras puestas en marcha desde el primer momento, como la gratuidad de la zona azul y el transporte urbano, así como en los locales de alquiler municipales mientras estén cerrados. Asimismo se acordó no cobrar la tasa de terrazas de hostelería. Esas medidas se quieren ahora ampliar a 12 meses. En cuanto a los negocios que permanecen cerrados no se cobra la tasa de basura del segundo trimestre, y se quiere hacer extensivo al resto del año. Se ha aplazado el cobro del impuesto de circulación y de IBI, que es lo que permite la normativa vigente. Eso en cuanto a medidas económicas, que incluyen también los servicios municipales que no se están prestando. Todo esto ha requerido una modificación presupuestaria.

-¿Y en materia social?

-El albergue de transeúntes se ha reconvertido en un centro de acogida y se ha aprovechado para hacer unos talleres con nuestro equipo de psicólogos para intentar que los usuarios recuperen una vida normalizada. Se ha emprendido también un programa de voluntariado, Aislados pero no solos, dirigido a personas mayores, que está siendo referencia en España, y que ya el primer mes realizó 1.152 servicios. Hay además varias campañas solidarias para canalizar las ayudas de empresas y particulares en lo relativo a elementos de protección y que ha llegado a hospitales y a residencias privadas y públicas. También se han hecho campañas de prevención de ludopatías y violencia de género y se ha habilitado un sistema ultrarrápido para ayudar a las familias que más lo necesitan, sobre todo en alimentación. A partir de ahora este paquete de medidas económicas y sociales se va a tramitar a través de una modificación presupuestaria que ha sido pactada con los grupos políticos y agentes sociales, empresarios y sindicatos.

-Pero estas medidas se traducirán en una pérdida de ingresos. ¿Se ha valorado?

-Calculamos que, entre la modificación presupuestaria más las partidas que se van a dejar de ingresar, estaríamos hablando de en torno a 1.700.000 euros, cantidad que se desglosan en un descenso de 520.000 euros en los ingresos y más de un millón en modificaciones presupuestarias.

-¿Cuál es la postura el Ayuntamiento de Teruel respecto a la solicitud de que se permita el uso de los superávits municipales?

-Es una de las demandas más importantes entre las muchas que hay encima de la mesa. Yo estoy al frente de un ayuntamiento que estuvo arruinado y al que le llegaron a cortar la luz. Y las medidas que en su día se tomaron sobre racionalización del gasto y planes de rescate a proveedores hicieron que los ayuntamientos sanearan sus finanzas. Por tanto, aquellas leyes fueron válidas en aquel momento. Sin embargo, hoy la mayoría de los ayuntamientos estamos saneados y hay que adaptarse a las circunstancias y modificar las leyes. Por ello pedimos que se nos permita utilizar el superávit del año y los remanentes acumulados, una reivindicación que ahora, en la lucha contra el coronavirus, aún tiene más sentido. Si fuera así, Teruel podría poner mucho más dinero, quizá duplicar los 1,7 millones que ya hemos empleado.

-¿Tiene claro cómo se va a enfocar la desescalada?

-Le pido al Gobierno de España que sea claro con la desescalada, ya que se dice que va a ser a partir de los municipios y la información que se ha dado ha sido cero. Debe haber pautas, saber cómo empezar. No se entiende la incertidumbre existente, pero tengo la impresión de que el Gobierno de España no sabe en estos momentos cómo hacer la desescalada.

-¿Ve algún rayo de esperanza en este panorama tan negro?

-Son momentos difíciles pero España es un país fuerte que ha salido vencedor de muchas encrucijadas. Saldremos de esta situación, pero no sé cuándo. En cualquier caso Teruel es una ciudad que ha demostrado que sabe resistir en las circunstancias más duras.