La Junta de Personal del Ayuntamiento de Zaragoza se hicieron eco ayer en un comunicado, con el apoyo unánime de todos los sindicatos, de las quejas trasladadas por los oficiales de mantenimiento que prestan actualmente sus servicios en los colegios públicos. Por las críticas recibidas por las dificultades para ampliar los horarios de apertura de los centros, algunas de ellas desde partidos políticos. Estos funcionarios reivindicaron su «notable esfuerzo» actual y lamentaron que se obvie que la «competencia no es del ayuntamiento, sino de la DGA».

En su escrito, recordaron que «el 90% de su carga de trabajo son funciones que debería desarrollar personal del Gobierno de Aragón», y que el consistorio es quien aporta los edificios y dedica 18 millones al año a su mantenimiento y gastos como el gas o la luz. A su juicio, lo que se critica excede el compromiso de dar servicio «en el horario lectivo».